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| Foto: Marcos Míguez |
El Celta regresó a Vigo de Riazor sin anotar un solo gol, una circunstancia que no sucedía desde el 17 de enero del presente año, cuando perdió por la mínima ante el Espanyol (1-0), en un partido que se decidió en los instantes finales gracias a un tanto del periquito Caicedo. Desde entonces, el Celta siempre anotó en todas sus salidas lejos de Balaídos.
En total han sido 14 partidos, en los que el Celta siempre marcó y en muchos casos logró imponerse a su rival demostrando una gran regularidad lejos de su domicilio. En estos catorce encuentros logró 7 victorias, 5 empates y tan solo cayó en dos ocasiones (Villarreal y Getafe). Unas cifras que hablan por sí solas de la eficacia de los de Berizzo fuera de casa.
Por eso, el resultado obtenido en Riazor, y sobre todo el juego desplegado, sorprendió sobremanera a todos los aficionados célticos, que confiaban en el buen hacer de su equipo como visitante en lo que va de temporada, y también en la parte final del pasado curso.
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