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Foto: Alberto Estévez |
Luis Enrique no solo se fue de Vigo convertido en algo parecido a un celtista, sino que posteriormente se ha enamorado del juego de su ex equipo, ante el que cayó derrotado en Balaídos por cuatro tantos a uno, sin que ello haya minimizado un ápice su admiración por los vigueses.
El sábado, tras la goleada al Rayo Vallecano, fue cuestionado tras haber perdido nuevamente la posesión ante el conjunto de Paco Jémez, un clásico que se repite en los últimos años, aunque los vallecanos no logran meterle mano al conjunto catalán en el marcador. En esta ocasión, a pesar de tener mucho más balón, plasmado en más ocasiones de gol, el tanteador refleja una contundente victoria culé que no hace justicia a lo visto sobre el terreno de juego.
Pero este aspecto no le preocupa excesivamente a Luis Enrique. No los merecimientos, sino el hecho de ganar o perder la posesión frente a ningún rival, y de hecho, según su opinión, no le preocupa con tres equipos en concreto: “No me preocupa perder la posesión ante equipos como el Rayo, el Celta o el Bayern”, manifestó con rotundidad, dejando así patente, una vez más, su admiración por el juego de los celestes.
En la comparación estaba el Rayo Vallecano, uno de los equipos con fama de jugar y dejar jugar, sobre todo tras la llegada de Paco Jémez a Vallecas. El otro equipo es el Bayern de Munich, que se ha transformado en un equipo que controla los partidos desde que Pep Guardiola se sienta en su banquillo. Y el tercero es el Celta, uno de los líderes de Primera División, y seguramente el equipo que mejor juega al fútbol actualmente en España, y seguramente en Europa.
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