Es cierto que la sombra de Michael Krohn-Dehli es alargada. El Celta, y el celtismo, aún sigue buscando a un sustituto para el danés. Se nos dijo que sería Daniel Wass, pero en los primeros encuentros está jugando un poquito más adelantado, y demostrando que, aunque ocupe una posición similar en el campo, es un jugador muy diferente. Puede que no tenga la visión de juego que tenía su predecesor, pero ha demostrado otras virtudes que a la larga vendrán muy bien al equipo.
El pasado domingo mostró, además, que tiene capacidad goleadora, algo que se le presumía por sus cifras en el Evian, pero que se va confirmando poco a poco. En estos tres primeros partidos oficiales, Wass ha tenido ocasiones claras para anotar. La tuvo en el Ciutat de Valencia, provocó un penalti ante el Rayo en la segunda jornada, y ayer marcó aprovechando el rechace a un tiro de Orellana.
Pero más allá de ese detalle, que abriese su cuenta goleadora es algo lógico para un jugador que se suma muy bien a la portería contraria desde la segunda línea, que tiene buena capacidad para el golpeo, como demostró en varios disparos el pasado domingo, y que aumentará sus opciones goleadoras cuando sus galones le permitan discutir el balón a Nolito cuando hay una falta peligrosa a favor del Celta. En el Evian se mostró como un lanzador excelso, y su momento de demostrarlo en Vigo no debería de tardar.
Además, es un futbolista versátil, con capacidad para desenvolverse en el centro del campo, con capacidad de lucha, bueno en defensa, y que puede jugar por la banda derecha, tanto de extremo como de lateral, e incluso se le puede exprimir colocándolo en la banda izquierda. En definitiva, como lo conocen en Dinamarca cuando es convocado por su selección: Una navaja suiza. Y encima marca goles.
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