Foto: Marta Grande
Se acabó la racha victoriosa. El pasado domingo empatamos 3-3 con Las Palmas en Balaídos. Teniendo en cuenta que nuestro rival era un recién ascendido y que tenemos mejor equipo, debíamos haber ganado porque éramos superiores. Ya, ya sé que en fútbol, como en cualquier deporte, no hay rival pequeño y que uno debe rendir al máximo para ganar. Ahí te doy la razón, pero teóricamente pensábamos que jugando como sabemos lograríamos el tercer triunfo consecutivo. Empezamos muy bien y volvimos a quedarnos con uno más en los primeros minutos. Penalti, expulsión y 1-0. Muy listo, Aspas. Pasado el primer cuarto de hora, íbamos 2-0 y el partido parecía encarrilado. Entonces, nos relajamos. Cometimos un error infantil atrás, hicieron el 2-1 y aunque fuimos recuperando sensaciones antes del descanso parecía mentira que jugásemos con uno más. El partido estaba demasiado abierto. Ya de vuelta, fallo defensivo de Las Palmas y 3-1. Tocaba aguantar la pelota, aprovechar la superioridad numérica y probablemente refrescar al equipo. Sin embargo, llegó el 3-2 en propia puerta en otra calamidad nuestra. El Celta estaba roto, los cambios de Berizzo no ayudaron, nos empataron a la contra y dispusimos de diversas oportunidades sin final feliz. También ellos pudieron llevarse la victoria.
Fue una gran decepción. Como imaginarás, la gente está disgustada. Hasta cuentan que hubo silbidos al equipo en el campo, principalmente dirigidos al 'Tucu'. Estaba pensando que nunca te he visto silbar en Balaídos. Tampoco lo hubieses hecho el domingo. Te habrías cabreado, pidiendo más actitud y cabeza. Igual bromearías con la amenaza de no volver más, pero finalmente regresarías. Estoy contigo. Hemos animado en situaciones peores hace bien poco. Somos más exigentes y menos pacientes. ¿No estaremos pidiendo demasiado? Estamos creciendo poco a poco y tampoco somos los reyes del mambo. Europa debe ser un sueño, no un objetivo. Primero, consolidemos nuestro proyecto en Primera, nuestra filosofía y después ya veremos. Del éxito al fracaso apenas hay un paso. Creo que no es necesario que te recuerde algunos ejemplos de nuestro pasado más reciente. Lo del 'Tucu' también es muy discutible. Berizzo le fichó el año pasado, no rindió como se esperaba y esta temporada le está dando muchas oportunidades sin que emocione el muchacho. A veces desentona en el esquema celeste, discutido por la configuración del centro del campo, la escasez de efectivos en defensa y la poca utilización del banquillo que hace nuestro entrenador. De todo esto hablaremos otro día porque tiene tela...
En definitiva, somos terceros con siete puntos tras nueve en juego. Eso sí, ahora el calendario se complica con la visita al Sevilla y el encuentro frente al Barcelona en Balaídos. Hay muchas ganas de ver al Celta en acción contra ambos equipazos para saber exactamente cuál es nuestro nivel actual. ¿Te acuerdas del calor que pasamos el 30 de junio de 2001 en Sevilla después de la paliza que nos dimos en autobús? ¡Cómo dolió la final copera de La Cartuja! Con casi 70 años, allí estabas. Parecías un adolescente apasionado. ¿Y de la última vez que viste a los azulgrana en Vigo hace dos temporadas? El cabezazo de Oubiña valió un punto de oro. Son tantos recuerdos, ¿verdad? Si estuvieses por aquí, el domingo te levantarías con calma para ir al Zaida y ver el partido con tu cerveza 'sin'. Eras un hombre de costumbres. Al final, va a ser cierto que yo también lo soy. Me acostumbraré a recordarte y hablarte de nuestro Celta.
¡Hasta la semana que viene!
@marcosblancoh
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