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| Foto: LFP |
La actuación del Celta a nivel ofensivo durante este arranque de temporada ha eclipsado la actuación de Sergio Álvarez, nunca suficientemente ponderada, pero el de Catoira ha sido clave en los dos últimos partidos del Celta. Como ya sucediera en el arranque del pasado curso, Sergio Álvarez se está reivindicando a base de grandes paradas que le mantienen en la titularidad.
Ante el Barcelona completó un antológico partido en el que solo claudicó a diez minutos del final con el gol de Neymar, después de una serie de paradones de muy variados registros, que mantuvieron al equipo en el partido. Si el canterano no hubiese estado celestial ante Messi o Neymar, tal vez ahora España no admiraría al Celta como lo hace.
Otro tanto se puede decir del pasado sábado cuando Borja Bastón enganchó un trallazo que buscaba la portería viguesa. Sergio apareció con una palomita, bella pero efectiva. A Sergio, el trallazo de Bastón no le dobló los dedos. En este momento ganaba el Eibar por un gol a cero y apenas quedaban poco más de 20 minutos para el final. Ese gol mantuvo al Celta vivo, que unos minutos después empataría por mediación de Aspas.
La importancia de Sergio, un tanto discutido en el arranque de la Liga, debería estar fuera de toda duda. Es cierto que, como todos, también comete sus errores, pero en el cómputo general de la temporada, hablamos de un portero muy por encima de la media en esta Liga.
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