Alguien debería parar esto

Foto: Adrián Irago

La situación de Yelko Pino se torna cada vez más complicada. El futbolista vigués, que pasó a ser jugador de la primera plantilla por imperativo legal, y en base al contrato firmado en su día con el Celta, no cuenta para Berizzo ni para los entrenamientos. Durante el verano, cuando su salida vía cesión estaba más o menos programada, era lógica su ausencia, pero ahora resulta más extraña. 

El Celta trabajó para buscar un club al que ceder al futbolista, pero no pudo lograrlo y el chaval tendrá que seguir en Vigo sin opciones de jugar durante todo el curso. Este podría ser para el canterano un auténtico “annus horribilis” de preocupantes consecuencias para su futuro como futbolista. Hasta la fecha, Yelko tan solo ha destacado en el juvenil del equipo, teniendo una escasísima participación con el filial.

Yelko disputó en la Temporada 2013-14, 32 partidos con el Celta B, anotando un gol. El año pasado tan solo jugó 15, y se pasó media temporada en el juvenil. Su rendimiento no ha enamorado, y aunque su clase es indiscutible, da la sensación de que algo se está haciendo muy mal con su carrera. El jugador por su insistencia en pertenecer al primer equipo antes de tiempo, y por parte del club por no saber gestionar la situación y firmarle un contrato excesivamente optimista, confiando en una evolución muy veloz que no se produjo. 

Cuando firmó en el año 2013, Yelko tenía por delante dos temporadas para lucirse en el filial y gozar de alguna oportunidad con los mayores. Ni Berizzo, muy exigente con los canteranos, ni Luis Enrique, más dados a repartir oportunidades, se fijaron en él, y cuando llegó el verano de 2015 su madurez futbolística estaba muy lejos de servirle para el primer equipo, al menos a juicio de los técnicos, de quienes deciden. Una cesión hubiese sido lo mejor, pero parece que tendrá que calentar grada todo el año, incluso en partidos amistosos intrascendentes. No es lo mejor para su carrera. Alguien debería parar esto.