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| Foto: Getty Images |
Eduardo Berizzo envió el sábado un mensaje muy claro a Yelko Pino. El técnico argentino no contaba con el canterano en la pretemporada. No se lo quiso llevar a Alemania, y solo la insistencia del club evitó que Yelko se quedase en Vigo. Jugó los primeros 45 minutos de la pretemporada, y lo hizo bastante bien, pero no volvió a disputar ni un solo minuto y recibió otro mensaje nítido y claro del preparador argentino.
Yelko fue el único descarte por decisión técnica de Berizzo. Si ya contamos al canterano como jugador de la primera plantilla, debería estar en Vila do Conde, pero no apareció en la lista. Hugo Mallo, Planas y Nolito fueron ausencia por lesión, y en la lista entraron jugadores como Jordan o Borja Fernández, que pertenecen al filial. Incluso jugaron algunos minutos David Costas y Madinda, jugadores a los que el club busca una salida en forma de cesión ya que tampoco gozan de la confianza de Berizzo.
Así pues, a Yelko se le acumulan los problemas. Ha conseguido estar en el primer equipo, pero veremos como le va esta temporada. La mejor salida es una cesión, si encuentra un club interesado, que puede tenerlo, y después tendrá que ganarse los minutos en ese club. El Celta tiene una patata caliente con Yelko que debe saber gestionar para evitar otra fuga de talento similar a lo sucedido con Jota, que aún así dejó algo de dinero en la caja. En el caso de Yelko está por ver. Salir, formarse y regresar con la actitud adecuada sería lo ideal, pero esto no siempre sucede.
Lo que es evidente tras lo sucedido esta semana es que las cartas están sobre la mesa y todo el mundo conoce las intenciones de los demás. Yelko no quiere jugar con el filial amparándose en su contrato, que le convierte en jugador del primer equipo, y a su vez el técnico del Celta no cuenta en absoluto con él, y Yelko lo sabe. La solución está clara.
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