Dejan Drazic será el decimoquinto jugador serbio en la historia del Celta. Solo Argentina y Brasil supera al país balcánico como exportador de jugadores al Celta, y con más de una docena de futbolistas es fácil encontrarse a jugadores que aún hoy se recuerdan en Balaídos, pese a haber dejado el equipo hace más de una década. Durante el día de hoy vamos a recordar a los cinco mejores, nuestro Top 5 particular. Esperemos que os guste.
#4 Zoran Maric (1987-91) 89 partidos / 14 goles
Nacido en Boka, Maric fue un delantero que jugó en el Celta a finales de los años ochenta. Su apellido es muy conocido en el Celta, ya que veinte años después, un hijo suyo, Goran, llegaría a debutar en el primer equipo tras muchos años en el filial, pero el que hizo historia como celeste fue Zoran.
Sus inicios como futbolista son en el Novi Sad, el segundo club de la ciudad donde llega con 17 años y permanece dos temporadas en la Segunda División del fútbol yugoslavo, destacando como delantero. Desde ahí da el salto al equipo importante de la ciudad el Vojvodina que le vendrá siguiendo desde su llegada al Novi Sad. Desde el verano de 1979 hasta diciembre de 1987 serán ocho años en los que Zoran Maric madura como futbolista en el Vojvodina aunque consumara su descenso en 1986, permanece en el equipo para ayudar a lograr el ascenso y lo consiguen a la primera.
Durante esta etapa en la Vojvodina, Zoran Maric será internacional en 3 ocasiones con la selección de Yugoslavia sin anotar ningún gol. Debutó el 30 de Marzo de 1983 en un partido amistoso, aunque no jugó ninguna competición oficial. En el invierno de 1988, le va a llegar la oportunidad que se merecía de jugaruna de las grandes ligas europeas. El Real club Celta de Vigo, pese a la excelente campaña que venía realizando en la temporada 1987-88, echaba en falta, sin embargo, la ausencia del goleador Baltazar, con problemas de pubis. El goleador brasileño, debió pasar finalmente por el quirófano a finales de enero de 1988, permaneciendo 4 meses inactivo.
Para cubrir la baja de Baltazar, el 9 de febrero de 1988, el Real Club Celta fichaba en calidad de cedido a Zoran Maric, recomendado por el que había sido preparador físico del equipo, el también yugoslavo Luka. El Celta pagó 5 millones de pesetas en total, cantidad que se repartieron la Vojvodina y Maric a partes iguales. Unos días después de su fichaje, el 14 de febrero, Maric debutaba con el celta en el Vicente Calderón de Madrid, frente al Atlético, anotando su primer gol con el equipo vigués. Jugó un total de 13 partidos de liga hasta el final de esta temporada, consiguiendo 4 goles. Su mejor partido fue en Balaidos frente a la Real Sociedad, cuando marcó los dos goles de la victoria del Celta.
Finalizada la temporada, Maric se quedaba en el Celta, a la espera de que se autorizase la alineación de tres extranjeros por club. El celta contaba en aquellos momentos con Hagan y el recién llegado Amarildo. Antes recomenzar la campaña, se autorizan los trs extranjeros por club, y Maric puede jugar, llegando a disputar 32 partidos de liga, pese a que el delantero centro indiscutible era Amarildo. Durante su estancia en el Celta también se caracterizó por su fuerte carácter, lo que le acarreó alguna que otra expulsión. En un partido frente al Castellón en Balaidos, era expulsado por el colegiado Andujar Oliver. “El arbitro me dijo que me fuese para Yugoslavia y yo lo mandé a la mierda”, justificó Maric.
En la campaña 1989-90 comenzaron sus problemas con las lesiones. Se ve obligado a pasar por el quirófano, y el cuerpo técnico tiene que buscarle sustituto, Salvador Mejías. El equipo descendía a segunda. Antes de comenzar la siguiente temporada, Maric tuvo que regresar de Yugoslavia para ponerse a tratamiento por el doctor Borrás, teniendo que ser intervenido quirúrgicamente de pubis a comienzos de julio.
Posteriormente volvía a recaer, y dejaba la practica del futbol para pasar a ser ojeador técnico del Celta. Sin embargo, meses después, y en contra de lo que se había pronosticado, Maric regresaba a los terrenos de juego, pero en la SD Conmpostela, tras dejar su puesto de ojeador en el Celta. Aunque el Compostela realizara dos buenas campañas en ninguna la aportación de Maric será lo suficientemente buena como para ayudar al club compostelano a lograr el ascenso por lo que en 1993 y a los 33 años Zoran Maric se retira del fútbol.
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