Rubén Blanco detuvo dos penas máximas en la tanda de desempate


Foto: Amanda Estévez
Rubén Blanco vivió su particular momento de gloria en la tarde de ayer al detener dos penaltis en la tanda que resolvía el empate entre el Celta y el Paços de Ferreira. El de Mos paró el primero de los lanzamientos del cuadro portugués, y también el que fue último después de que Orellana transformase la pena máxima que daba la victoria a los vigueses por cuatro goles a dos. 

Como viene siendo habitual, Sergio y Rubén se repartieron los minutos de forma escrupulosa, siendo Rubén el que disputó los primeros 45 minutos, como también viene siendo habitual. El de Mos será titular en la primera jornada de Liga frente al Levante, lo que tal vez le conceda cierta ventaja a la hora de la decisión que el técnico argentino debe tomar de aquí al comienzo de la temporada. Si rinde a buen nivel en Orriols podría hacerse con la titularidad definitiva. 

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