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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Cuando Daniel Wass fichó por el Celta, muchos vieron en él al sustituto de Michael Krohn-Dehli. En realidad, la comparación respondía más a su nacionalidad que a otra cosa, ya que ambos son jugadores distintos, como bien se ha podido ver durante el verano, y también en las dos primeras jornadas del campeonato. Wass no tiene la visión de juego, ni la capacidad para dar un último pase definitivo que poseía el ahora jugador sevillista, pero posee otras virtudes que le encumbrarán entre los aficionados célticos a poco que se confirme lo visto en este arranque de campeonato.
De una de ellas ya presumió en el Eviant: Su capacidad para ser decisivo, como ayer lo fue. En Francia aseguraban que era un futbolista con llegada y muchísimo recorrido. Ayer, en la primera que tuvo ganó la espalda a la defensa y recogió un pase de Orellana resolviendo dentro del área con la pericia de un delantero. No marcó, pero expulsó al meta rival. Con uno menos, el Rayo ya no fue rival.
Su repertorio no se limitó a esa acción. Su capacidad de sacrificio, y el derroche físico mostrado le reconciliaron con aquellos que creían que no servía para el centro del campo. Es cierto que tiene la capacidad de jugar por banda, o incluso en el lateral, y eso lejos de ser un problema le convierte en un futbolista completísimo. Desde Praza de España tienen una fe inquebrantable en el nuevo danés del Celta, más que justificada viendo su despliegue.
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