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| Foto: Marta G. Brea |
Después de que durante todo el verano los mensajes de la plantilla celeste apuntasen a la lucha por competiciones europeas, Eduardo Berizzo, en la víspera del arranque liguero, ha querido rebajar el objetivo, situándolo nuevamente en la salvación. El preparador argentino se refirió ayer al Levante como un “rival directo en la lucha por la permanencia”.
Preguntado por esta cuestión, el ex central céltico argumentó: “Quisiera ilusionarme con los pies sobre la tierra. Me encanta entrenar a mis jugadores, estoy ilusionado de que tengamos una identidad consolidada, pero para ilusionarnos y pensar en metas mayores hay que ganar un montón de partidos que aún no hemos ganado”, apuntó.
Asimismo, recordó el paso importante dado el año pasado, y matizó que para lograrlo el equipo debe ser fiel a su filosofía: “La temporada pasada demostramos que podíamos ser capaces de jugar muy bien y ganar jugando de esa manera. En esta buscamos la consolidación de esa idea. El desafío mayor es hacer lo que hicimos, jugar mejor, ser sólidos defensivamente, mejorar los aspectos del juego que al año pasado entraron en un bache, y ser regulares toda la temporada”, resaltó, y terminó con una reflexión: “Para ganar partidos nuestra manera más segura fue jugar bien. Cuando jugamos mal no ganamos”.
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