Muy bien en ataque, mal en defensa


Foto: Celta
El Celta ha arrancado el verano con mucha fuerza en el aspecto goleador. Los hombres de Berizzo han marcado siete goles en los dos primeros partidos de la pretemporada, cinco ante el Greuther Fürth, y dos más ante el Nuremberg, la mayor parte de ellos fruto de jugadas combinativas, que ya fueron la marca de identidad del equipo el pasado año. 

El gol ha estado muy repartido además, ya que, al margen de Borja Iglesias, que contabiliza dos tantos, el resto de goles han llegado por obra de jugadores distintos. El Greuther anotó un tanto en propia meta, y el resto se los reparten Orellana, Augusto, Señé y Iago Aspas, dando muestras de que el equipo tiene muchos recursos adelante, y eso que aún no han debutado Aspas, Guidetti ni el extremo derecho que cerrará la plantilla junto al central que llegará este verano. 

Eso es el aspecto positivo de un equipo que en la pretemporada de hace dos temporadas solo fue capaz de hacer un gol en todos los amistosos disputados durante el verano. Ya el año pasado el equipo estuvo a un ritmo goleador muy diferente al de pasados años, pero, al igual que había sucedido entonces, el apartado defensivo es un aspecto a mejorar. El Celta ha encajado tres goles en los dos primeros partidos. 

Ante el Greuther, que no ofreció mucha resistencia, el gol llegó tras un enorme fallo de Sergio Álvarez, que no supo atajar un centro sin demasiado intención. Eso sí, el gato de Catoira se resarció unos minutos después con un increíble doble paradón que evitaba el segundo tanto de los germanos. Ayer, los dos goles llegaron al no sacar con contundencia el balón en el área. El Nuremberg anotó los dos goles con sendos disparos tras varios rechaces y en jugadas poco claras. 

Además, a balón parado el Celta ha sufrido mucho durante estos dos partidos, especialmente ayer. Son aspectos a mejorar, que ya sufrió el Celta el año pasado. El juego aéreo es un problema y Berizzo lo sabe, por eso tiró muchas veces de Pablo Hernández, que realizó un gran trabajo, aunque sordo, en tareas defensivas en las jugadas a balón parado. Este año el Celta perderá la altura de Larrivey, que también ayudaba mucho en estas acciones, y veremos a ver como se suple. El central que llegue debería ser un seguro en el juego aéreo, habida cuenta de que con lo que tenemos nos tocará sufrir bastante en estas acciones. 

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