El futuro de Papy Djilobodji está en el aire. Desde que el jugador se declaró en rebeldía, y anunció su acuerdo con el Celta poco más se ha podido saber sobre su llegada a Vigo. Ni tan siquiera sabemos si el club vigués, que mantiene su hermetismo al respecto, está realmente interesado en el central senegalés o este solo está utilizando su nombre para conseguir un mejor contrato. Las informaciones llegadas desde Francia hablan de una oferta de 1,6 millones de euros por parte de los celestes que es insuficiente para el Nantes. Sin embargo, la oferta que ha hecho el Celta al jugador si satisface a Djilobodji.
El jugador dio un gran paso al afirmar públicamente que quiere jugar en Vigo. Lo ha dicho también en privado, dejando de jugar los encuentros amistosos de este verano con su club, en el que ha militado los cinco últimos años. El Nantes, por su parte, está muy molesto con la actitud de su jugador y no acepta la oferta. Le parece escasa. La semana pasada se habló de una oferta de 4 millones de euros llegada del fútbol inglés.
En las últimas horas el nombre que está sonando con más fuerza es el del Celtic de Glasgow. El cuadro católico escocés ya se mencionaba la semana pasada, junto con el Sunderland, como uno de los pretendientes del central africano, pero ahora suena con mayor intensidad que nunca. Se habla de que el acuerdo con el Nantes puede estar más cercano porque la oferta gusta mucho más en el seno del club que la del Celta. El problema es que Djilobodji solo parece querer jugar en el Celta. Veremos el aguante de unos y otros.
Y es que este asunto es una guerra psicológica por ambas partes. En el Nantes no ha gustado, como es lógico, la actitud de su futbolista. Quieren sacar lo máximo posible por uno de los mejores centrales en la última edición de la liga francesa, y lo venderán al mejor postor. Además, no han gustado las declaraciones del futbolista y dificultarán todo lo posible su salida al Celta. Por su parte, el jugador tiene en la mano aceptar o no la oferta, y cuenta a su favor con la baza de que su contrato finaliza el 30 de junio de 2016. Si el Nantes quiere sacar algo por el futbolista, debe traspasarlo este verano.
Una interesante partida de ajedrez en la que cada uno de los contendientes debe medir sus movimientos. El Celta tampoco puede esperar indefinidamente por el jugador, ya que el tiempo se irá agotando poco a poco y puede barajar otras opciones. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos.
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