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| Foto: M. Moralejo |
La Voz de Galicia está recordando este verano los fichajes y presentaciones de los últimos años en Casa Celta. Ayer llegó el turno de Catanha, que fue presentado en Balaídos un 30 de junio del año 2000, hace ahora quince años. No fue una presentación cualquiera, ya que el delantero brasileño generó la expectación propia del fichaje más caro en la historia del Celta, que pagó 2.300 millones de pesetas por el jugador, casi 14 millones de euros, una cifra que no ha vuelto a pagar por ningún jugador.
Catanha era uno de los futbolistas más populares de la Liga. Fue Pichichi de Segunda División con el Málaga, y su primer año con los andaluces en la máxima categoría mantuvo una línea goleadora impresionante, anotando 24 tantos. El Celta peleó con el Deportivo por su fichaje, y se acabó llevando el gato al agua. La expectación a su llegada fue impresionante, como se puede ver en la imagen, con la grada de Preferencia y Tribuna presentando un aspecto excelente. Unas 3.000 personas acudieron a su puesta de largo como jugador del Celta, más que en el regreso de Aspas este verano.
Sirva ese dato para dar cuenta de lo que supuso su llegada a Vigo. Luego su rendimiento sería más modesto. Cierto que rindió bien los dos primeros años, marcando 16 y 17 goles respectivamente, pero aquel era un Celta con una increíble capacidad para generar juego ofensivo. Karpin, Gustavo López y Mostovoi generando y dando juego eran un auténtico regalo para cualquier delantero, y las cifras goleadoras de Catanha fueron lógicas, pero por debajo de las alcanzadas en Málaga. En sus cuatro años en Vigo anotó 38 goles entre todas las competiciones, y salió de forma gris del Celta.
Su salida, desde luego, nada tuvo que ver con su llegada, recibido por las multitudes celestes que lo aclamaban y que lo esperaron a la salida de su presentación para fotografiarse con él y recoger sus autógrafos. Llegó a Vigo casi como un Beatle, pero su estrella se fue apagando. En todo caso, nos deja el recuerdo de un futbolista que siempre lo dio todo sobre el terreno de juego, honesto, honrado y trabajador. Aún hoy se le recuerda con cariño.
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