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| Foto: Salvador Sas |
Había cierta expectación por el retorno de Hugo Mallo. El de Marín no jugaba ningún encuentro desde el pasado 10 de enero, cuando cayó lesionado frente al Valencia en Balaídos. Casi dos meses después se encontraba ante la responsabilidad de tener que asumir la titularidad, y el partido entenero por las ausencias obligadas, a pesar de que en la previa advertía sobre la dificultad de mantener el ritmo durante los noventa minutos.
Hugo Mallo decidió realizar un partido más conservador de lo habitual, reservando gasolina para el final. En la primera mitad se le vio aparecer muy poco en ataque, realizó alguna incursión, pero siempre muy medida y teniendo en cuenta que tenía que deshacer camino para regresar a su posición original. Se mostró un poco más atrevido en la segunda mitad, pero a raíz del gol celeste, bajaron de nuevo sus aspiraciones ofensivas.
En el banquillo solo estaba David Costas, que alguna vez ha actuado como lateral derecho, y poco más, La configuración de la plantilla obliga a este tipo de situaciones, pero por fortuna esta vez salió bien.
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