El padre de los canteranos


Foto: Atlántico Diario
La actual filosofía de cantera, implantada en el Celta bajo el mandato de Carlos Mouriño, le debe mucho a Eusebio Sacristán. El que fuera jugador del Celta en los años noventa, encajó a la perfección en el ideal del club durante su estancia en Vigo, aunque terminó saliendo del club de una forma abrupta, con declaraciones desconcertantes por parte del técnico castellano, que dio salida hacia el primer equipo a buena parte de los canteranos que posteriormente fueron claves en el ascenso y formaron parte de la plantilla con el equipo ya en Primera División. 

Pasados casi cinco años desde su salida del club, Eusebio sigue reconociendo en el club gran parte de los conceptos que el manejó. En una entrevista publicada por el Diario Atlántico, el vallisoletano se reconoce en este Celta: “Yo abrí la puerta a una idea y el Celta ha apostado por ella. Eso me alegra. Aposté por ese camino y le dí la oportunidad a muchos jóvenes con talento que han ido buscándose la vida, muchos de ellos lejos del Celta hoy. Todos han sabido buscarse su futuro y pelear por sus sueños”, proclama. 

Uno de los futbolistas que representan el espíritu de Eusebio durante su estancia en Vigo es Hugo Mallo. El Celta tenía problemas con el lateral derecho, contaba con Vasco Fernandes y Edu Moya, pero la denuncia de este último por impago, le apartó del equipo, por lo que era necesario cubrir su baja. Eusebio renunció a pedir un fichaje y apostó por un lateral derecho del juvenil, que aún no había debutado en el filial. Hoy es uno de los jugadores más importantes del equipo: “Me siento muy contento de ver a Hugo Mallo como capitán y figura representativa de este equipo”, reconoció. 

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