El Celta prolongó una jornada más su sequía goleadora, al menos en cuanto a goles dados por válidos por el colegiado de turno. La cifra llega ya a los 666 minutos, récord histórico ya superado en el último encuentro frente al Almería, que deja muy atrás aquel viejo registro de 1995 con Carlos Aimar al frente del banquillo céltico.
Se ha hablado mucho de aquel gol de Larrivey en el Camp Nou, el último que ha anotado el Celta en Liga, hace más de dos meses. La maldición del Camp Nou, la maldición de Lucho.. ha recibido varios nombres, pero la realidad es que el Celta no ha logrado ganar ni marcar ningún tanto desde entonces. Aquella victoria ponía fin a una maldición en el coliseo barcelonés que duraba 73 años. Más de siete décadas esperando por una victoria, que han hecho que ahora estemos dos meses "a verlas venir", sin ser capaces de perforar la meta contraria y que el colegiado le de validez.
Al término del partido disputado ayer en Nervión, el reloj del Celta se paró en los 666 minutos. Una cifra que siempre se relaciona con el diablo, con Satanás. La marca de la Bestia. El número del anticristo. Y si un jugador se parece a Cristo en el Celta, ese es Larrivey. Así que no sería de extrañar que, una vez hecha la gracia, la maldición pase a mejor vida el próximo sábado.
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