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| Foto: Jorge Landín |
Ningún jugador del Celta quiso perder el sábado y todos pusieron de su parte para impedirlo. Pero el que con más claridad apostó por ir a por el partido tras el descanso fue el central catalán, que se ofreció como distribuidor de balón echándose hacia delante y, con ello, echando hacia delante a todo el equipo.
La labor de Fontás en la primera parte fue más cotidiana: defender como central. Y lo hizo con acierto y capacidad de anticipación. Pero tras el descanso, el partido requería de algo más. Así, cuando Radoja empezó a tener problemas físicos, el ex del Barcelona apareció en el centro del campo para dar sentido a la circulación. E incluso cuando el serbio se fue al banquillo y retornó a su teórico puesto de central, siguió acercándose al área rival para distribuir el balón en el constante ataque celeste, sabedor de que en esos momentos un defensor servía de poco.
Fuente: Atlántico Diario
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