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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Cierto es que se equivocó en los dos últimos disparos a portería y que en esas dos acciones tal vez debería haber sacado un pase más. Pero no lo es menos que acabó siendo el conductor del juego del equipo y que también empezó siéndolo.
Ha adquirido el danés una sabiduría en cuanto a posicionamiento táctico de enorme valor. Suele saber dónde necesita el equipo que esté para recibir y, una vez con él, suele mover a sus compañeros con criterio. De hecho, cuando el Celta más se atracantaba en la circulación, parecía el único con la clarividencia necesaria como para tocar al primer toque y dar una velocidad que ayer fue el gran debe en el fútbol ofensivo céltico.
Y en cuanto a despliegue físico, a Krohn se le pudo ver en los últimos minutos guardando la defensa y, como ya queda dicho, creando peligro arriba. Aunque se equivoque, siempre está.
Atlántico Diario
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