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Foto: Óscar Vázquez |
La larga e intensa pretemporada que el responsable deportivo del Celta planteó a sus jugadores estaba ideada para que su equipo llegase al inicio de la competición como un tiro, y ese ha sido precisamente lo que ha sucedido. El Celta se presentó en la Liga como un equipo hecho, con las ideas muy claras y con un punto físico envidiable que se ha traducido en buenos resultados que ahora intentarán prolongar en el tiempo.
La primera oportunidad que tuvo Berizzo de poner a prueba sus conocimientos como entrenador titular fue en Estudiantes, en el torneo Clausura 2011. El técnico sumó cinco victorias y dos empates en sus diez primeros compromisos y convivió temporalmente con el liderato. Sin embargo, la chispa se fue apagando y el técnico acabó presentando su renuncia para intentar calmar la caída del equipo en la clasificación.
Tras la experiencia en Argentina, Eduardo Berizzo se trasladó a Chile para tomar las riendas de O´Higgins en el torneo Apertura 2012, donde el preparador ha firmado hasta el momento su mejor arranque liguero. En las diez primeras jornadas el equipo de Rancagua coleccionó la friolera de 22 puntos, vivió en primera persona lo que supone liderar la Liga y confirmó con resultados que el método de exigencia que plantea Berizzo da sus frutos. El equipo acabó segundo.
El arranque más flojo
Su segunda experiencia en Chile, el torneo Clausura 2012, es hasta el momento el inicio más flojo de Eduardo Berizzo al frente de un banquillo. El equipo ganó cuatro de sus diez primeros partidos y empató tres, firmando así 15, la mitad de los que puso en juego. El equipo, que esa temporada jugó también la Copa Sudamericana, no consiguió mantenerse entre los ocho mejores de la Liga y finalizó la temporada en el décimo cuarto puesto.
Ese torneo Clausura supuso el arranque más flojo de Berizzo como técnico, si bien al curso siguiente se quitó la espina. En el torneo Transición 2013 O´Higgins, tras perder su primer partido del curso contra el poderoso Universidad Católica, encadenó siete jornadas sin conocer la derrota que le permitieron cerrar los diez primeros partidos con 20 puntos en su cuenta, el preludio de una campaña en la que el equipo se acomodó en la zona noble.
En su última etapa en Chile, durante el torneo Apertura 2013, el equipo de Berizzo mantuvo el pulso y de los 30 primeros puntos que puso en juego, cosechó 21. O´Higgins, que nunca bajó del quinto puesto, acabó convirtiéndose en la sensación del momento y alzándose con el título de campeón.
Con el Celta, y a pesar de las notables diferencias que existen entre la liga española y la chilena, Berizzo ha sido capaz de mantener intacta la tendencia de sus equipos a comenzar como un tiro. La presión, la intensidad y los buenos resultados a domicilio están en el ADN del entrenador.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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