Noventa minutos de excepción


Foto: Jorge Landín
El Celta juega el sábado en el Camp Nou contra el Barcelona un partido muy especial para tres de sus jugadores. Andreu Fontás (Banyoles, 1989), Carles Planas (Sant Celoni, 1991) y Sergi Gómez (Arenys de Mar, 1992) vuelven a la que fue su casa durante años para enfrentarse al equipo que animan desde que son niños y cuyos colores defendieron hasta que ficharon por el Celta, en el caso de Planas y Sergi Gómez el pasado verano. Para ellos dos el duelo del próximo fin de semana será el primero en el que deseen la derrota del Barça. "Va a ser una sensación extraña", reconoce el lateral zurdo. Serán noventa minutos de excepción. "A partir de ahí, que ellos ganen todos sus partidos", añade.

Barcelona se ha convertido en un mercado recurrente para el Celta. Carlos Mouriño, presidente y máximo accionista del club vigués, nunca ha ocultado la simpatía que siente hacia el conjunto de la Ciudad Condal y hasta en tres ocasiones encomendó el banquillo celeste a ex jugadores blaugranas: Hristo Stoichkov, Eusebio Sacristán y, la pasada temporada, Luis Enrique. Una apuesta que tiene mucho que ver con la idea de juego que impera en el Barcelona desde tiempos de Johan Cruyff y que el Celta, con su propia identidad, ha tratado de llevar a cabo en los últimos años.

Pero el equipo vigués no sólo ha fichado ex del Barcelona para su banquillo, sino también para su plantilla. La pasada temporada llegaron Rafinha –ya de vuelta tras su cesión–, Fontás y Nolito, que jugó tres temporadas en el filial blaugrana y antes de llegar a Vigo pasó por Benfica y Granada. Su rendimiento fue magnífico y de cara al presente ejercicio el Celta quiso repetir experiencia, reforzándose con otros dos jugadores procedentes del filial blaugrana: Planas y Sergi Gómez. Ambos ingresaron en las categorías inferiores del Barça siendo niños y el sábado se medirán por primera vez a su ex equipo. "Es un partido muy especial. Imagino que para todos, porque jugamos contra el líder y uno de los mejores equipos del mundo. Pero, por otra parte, es más especial aún porque es mi ex equipo, en el que he estado mucho tiempo, y tengo muchas ganas de afrontarlo", afirma Planas. "Va a ser una sensación extraña, sobre todo por enfrentarte a tantos ex compañeros y amigos que están en el otro bando, pero tengo muchas ganas e ilusión", añade el lateral zurdo, que por una vez querrá que pierdan los azulgranas: "Por primera vez el Barça será el enemigo, digamos. Pero vamos a afrontar el partido como siempre, con ganas de sacar algo positivo y si podemos ganar, mejor. A partir de ahí, que ellos ganen todos sus partidos".

Planas defendió los colores del Barcelona durante quince años. Pasó por los diferentes equipos de las categorías inferiores del club hasta alcanzar el filial, en el que jugó de manera regular las cuatro últimas temporadas. E incluso llegó a debutar con el primer equipo, con el que disputó un partido de Copa y otro de Liga de Campeones en la temporada 2012/2013, de la mano del recordado Tito Vilanova.

El pasado verano, sin embargo, asumió que había llegado el momento de abandonar el equipo de su vida. "A medida que vas creciendo, te das cuenta de que el nivel está muy alto y es muy difícil no sólo llegar a debutar o poder jugar algún minuto, sino asentarse arriba. Ha habido muchos ejemplos de jugadores que han pasado por ahí y todos sabemos que no es nada fácil. Encima es un equipo que tiene muchos recursos y cada año pueden hacer nuevos fichajes. Al final toca tomar una decisión para hacer lo que te gusta y seguir jugando a nivel profesional", explica Planas, que optó por seguir el camino de Fontás y Sergi Gómez, que también debutó en el primer equipo del Barça – jugó un partido en la temporada 2010/2011 a las órdenes de Pep Guardiola– y se comprometió con el Celta días antes que el lateral zurdo. Lo vivido en el Barcelona, en cualquier caso, permanecerá para siempre en su memoria. "Han sido quince años ahí y no sólo me he formado como jugador, sino también como persona. Les tengo que agradecer todo", destaca Carles Planas.

Mucha más presencia en el primer equipo blaugrana tuvo Andreu Fontás, que llegó a la Ciudad Condal en edad juvenil y, tras jugar en el filial con Luis Enrique, disputó dieciséis partidos con el mejor Barça de la historia entre la temporada 2009/2010 y la 2011/2012, en la que una grave lesión de rodilla frenó su progresión. "Es un partido muy especial, de los primeros que voy a buscar cuando sale el calendario. Si al final tengo la suerte de llegar (se recupera de una lesión), me encontraré con mucha gente con la que he compartido vestuario y con la que he vivido momentos muy bonitos. Fue mi casa durante cinco años, así que será muy especial", explica Fontás. El central de Banyoles lo ganó todo con el Barcelona, pero sin embargo valora más su presente en el Celta porque aquí se siente importante. "Viví uno de los mejores momentos de la historia de uno de los mejores clubes del mundo, fue muy bonito, pero en ningún momento me sentí muy protagonista. Al final, me siento más partícipe de lo que está haciendo el Celta y de lo que hizo el año pasado que no de todos los éxitos del Barça cuando yo estaba. Los disfruté una barbaridad y como culé desde pequeño fue un sueño hecho realidad, pero al final valoras más sentirte importante y participar", asegura Fontás.

Más allá de la emotividad del encuentro, los ex blaugranas asumen también que será un duelo muy complicado y no sólo por el nivel del Barcelona, sino porque llega herido tras su derrota en el clásico. "Sabemos del potencial que tienen y si les sumas el incentivo de haber pedido contra el gran rival, contra el Real Madrid, saldrán incluso con más ganas para quitarse esa espinita y seguir manteniendo el liderato", apunta Planas.

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