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Foto: Jorge Landín |
Borja Fernández pasa de debutar en Primera a ser suplente en Segunda B
A Luis Enrique le gusta recordar que el fútbol "es un deporte de errores", e ilógico, habría que añadir a las palabras del actual entrenador del Barcelona. Aunque para todo haya una explicación cuando por medio está un balón.
A Borja Fernández quizás nadie le explicase por qué en apenas dos meses ha pasado de titular en Primera División a suplente en Segunda B. El trasvase de una categoría a otra implica la intervención de dos técnicos, del mismo club pero con planes e ideas distintas.
Ayer en Balaídos, a donde se mudó el filial céltico para recibir al modesto Somozas, muchos aficionados -incluido algún miembro del consejo de administración del club- se sorprendieron por la ausencia de Borja Fernández en el once titular del Celta B. Parecían el día y el escenario adecuados para que aficionados y técnicos de la casa pudiesen ver en acción a uno de los más prometedores futbolistas de la cantera de A Madroa.
Al menos así fue cómo lo trató Berizzo durante la pretemporada, pues el joven Borja se convirtió en el canterano con más minutos en los partidos amistosos. Y aprovechó las oportunidades luciendo ante rivales como Everton o Deportivo. Tal era la confianza del entrenador argentino en el mediocentro vigués que lo premió con la titularidad en el debut liguero: jugó 86 minutos ante el Getafe y recibió parabienes generalizados.
El fichaje del serbio Radoja lo apartó de la titularidad, pero Berizzo siguió convocándolo en los cuatro siguientes partidos. Incluso se lo llevó a Elche, donde finalmente se fue a la grada. De regreso a Vigo, se presentó en Barreiro para debutar con el filial ante el Tropezón. Entró en el minuto 72 por Borja Iglesias.
La semana pasada fue titular con el filial céltico, que ganó en Santiago al Compostela (1-2). El viernes, Berizzo animó desde la sala de prensa de A Madroa a otros canteranos del primer equipo a que sigan el ejemplo de Borja Fernández. Cree el técnico argentino que los jóvenes deben disputar partidos en Segunda B para que su temporada no se reduzca a entrenar con el primer equipo. Señaló a David Costas y a Santi Mina. Ambos, por contrato, no están obligados a "bajar a galeras", como calificaba Guardiola sus saltos del Barça al filial azulgrana con Cruyff.
Ayer, Borja Fernández se pasó todo el partido en el banquillo. Lo peor para el celtismo es que el filial fue incapaz de ganar a un rival que jugó con diez durante una hora. Goldar y Jordan, que también realizaron la pretemporada con el primer equipo, compartieron banquillo con el mediocentro. Estos dos sí tuvieron minutos de juego.
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