La mejor versión de Pablo Hernández


Foto: LOF
Le ha sentado bien a Pablo Hernández irse con su selección. Tras una semana de concentración con el equipo de Sampaoli, el internacional chileno ha regresado con nuevos bríos, mostrando su mejor cara desde que es jugador del Celta. Hernández saltó al terreno de juego en la segunda mitad, en sustitución de Krohn-Dehli, una gran responsabilidad que no pesó en absoluto a Pedro Pablo, que se echó al equipo a las espaldas y comenzó a distribuir el juego con gran solvencia.

Dicen que esa es su gran virtud, aunque no es un futbolista comparable al danés, dejó muestras de su enorme clase en casi cada balón que toca. Su elegancia y finura con el esférico es algo que ya se intuía, pero poco se había visto. El taconazo en el Calderón fue una prueba de que hay un futbolista debajo de la zamarra con el número 5, pero además de ese gesto, poco más habíamos podido ver. 

Su entrada ayudó mejoró al equipo, y sirvió para que el Celta se llevase un punto de un escenario magno como es el Nuevo San Mamés, pero pudo incluso servir para lograr la victoria a poco que Nolito rematase con la misma efectividad con la que bajó un maravilloso envío del chileno que el andaluz cazó en la frontal del área. Nolito superó a Iraizoz, pero el disparo no fue preciso. Una pena, porque entre ambos hubiesen fabricado un gol bellísimo, de esos que recuerdan los aficionados durante años, como se recordará el gol de Pablo Hernández en el Calderón. No es lo único que queremos recordar de él, y el partido de ayer fue un canto a la esperanza. 

0 comentarios:

Publicar un comentario