Foto: M. Moralejo |
Messi, Neymar, y ahora Luis Suárez, pondrán a prueba a un Celta que, al menos en teoría, sabe cuál es el antídoto a los goles culés: la concentración. «Es muy difícil frenar a esos jugadores. Hay que tener la máxima concentración, la máxima efectividad y estar más juntos que nunca, hablarnos más que nunca, y también rezar un poco, porque te pueden hacer cualquier cosa en cualquier momento», enumeraba ayer Jonny.
En Liga, el Barça ha firmado 23 goles, de los que 14 han sido como locales. Vencieron 3-0 al Elche, 2-0 al Athletic, 6-0 al Granada y se impusieron 3-0 al Éibar. Resultados cómodos, pero que en más de un caso se hicieron de rogar. Aunque van sobrados de calidad, les está costando un poco más abrir los partidos.
Frente al Elche, ante el que tuvieron el 66,2% de posesión, encadenaron 12 disparos, pero no marcaron hasta el minuto 41. Mucho más les costó la visita de un Athletic, ante el que contabilizaron 14 disparos, ocho de ellos a portería, pero que no se tradujeron en gol hasta el último cuarto de hora. El de Granada, en el que contabilizaron 19 disparos a puerta, fue el partido más plácido que han vivido hasta el momento en Liga, con Neymar marcando a los 25 minutos para inaugurar la goleada. El Éibar, recién ascendido, logró aguantar 59 minutos sin encajar en el Nou Camp a pesar de que los de Luis Enrique fueron dueños absolutos del balón (72%) y encadenaron la friolera de 27 disparos, de los que 12 encaminaron la portería.
A los catalanes, a pesar de su capacidad goleadora, les está costando más inaugurar su cuenta, y el Celta intentará aprovechar esa situación el sábado. «Hay que estar concentrados, muy atentos, intentando que no te ganen la espalda. Hay que aguantarles bastante, porque a la mínima te pueden dejar atrás». Sobre la posibilidad de llevar el marcaje al hombre a Barcelona, Jonny, que matiza que no siempre lo hacen, reconoce que la movilidad del rival lo complica.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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