Cabral: "Podemos soñar, pero antes está el objetivo"


Foto: Marta G. Brea
Gustavo Daniel Cabral (Isidro Casanova, 1985) ha ido ganando peso en el vestuario del Celta hasta convertirse, en su tercera temporada en Vigo, en uno de los capitanes del conjunto celeste. El central argentino celebra el gran inicio de campaña del equipo, aunque destaca la necesidad de asirse al "partido a partido" –puesto de moda por su ex compañero y ex entrenador Diego Simeone– para no descuidar el presente pensando en el futuro. Gustavo reconoce que la plantilla comparte las ilusiones de la afición, pero prioriza el objetivo de la permanencia. A partir de ahí, llegará el momento de "soñar".

Si echa la vista atrás a lo sucedido en las siete primeras jornadas, ¿cuál es el balance?
Muy bueno, la verdad. Habríamos firmado esta situación sin dudarlo a principio de temporada. Estamos muy bien, a pesar de que perdimos el último partido contra el Villarreal. Incluso ahí hicimos un gran encuentro, dando la cara en todo momento a pesar de que nos encontramos con un 0-2 ya en el primer tiempo.

¿Las conclusiones del último partido pueden ser positivas a pesar de la derrota?
El balance del partido es bueno. Perder de esa manera te deja un sabor medio raro, porque perdiste pero sabes que jugaste bien. Al final eso te reafirma en que tienes que seguir haciendo las cosas como las venías haciendo. Así serán muchos más los partidos que ganemos que los que perdamos. Es doloroso perder en casa ante nuestra afición, pero ya toca afrontar el siguiente partido ante el Athletic, en un campo muy difícil y contra un rival muy necesitado.

El inicio del Celta esta temporada es sensiblemente mejor al de las dos últimas temporadas en Primera División, en las que usted ya estaba en el club. ¿Qué ha cambiado en el equipo?
La intensidad. A la hora de presionar y del uno contra uno ha cambiado la intensidad. Siempre hay un forcejeo que a veces nos ha costado tarjetas amarillas. El equipo sigue teniendo el mismo carácter de querer seguir jugando, tener la pelota y mantenerla, pero hemos crecido mucho más en intensidad.

El Celta se ha caracterizado en los últimos tiempos por jugar bien al fútbol pero pecaba de ser un equipo excesivamente blando. ¿Berizzo y su cuerpo técnico han sabido inculcar ese punto de agresividad necesario?
Sí, el 'Toto' ha buscado esa intensidad desde que comenzó la pretemporada y el equipo ha sabido adaptarse rápido. La temporada pasada teníamos mucho la pelota y a la hora de perder, recuperábamos, pero no teníamos la intensidad que tenemos ahora. El equipo va a cada pelota como si fuera la última y creo que cualquiera que vea el partido desde fuera se da cuenta del cambio que se ha producido.

¿Cree que una de las claves también es que el equipo ha sabido dar continuidad al buen trabajo que se hizo con Luis Enrique?
Yo creo que el Celta tiene una identidad, que es jugar al fútbol. Siempre trata muy bien la pelota y así ha sido desde que yo llegué. Mantuvimos esa intensidad con Paco (Herrera), también tratamos de hacerlo con Abel (Resino), después con Luis Enrique, que venía además con su libro de tácticas, y ahora con Berizzo, que también tiene la idea de jugar al fútbol pero con un poco más de intensidad. Pero en el fondo el Celta es fiel a un estilo, a querer tener siempre la pelota.

Hasta la fecha, el Celta se ha mantenido en posiciones europeas en todas las jornadas menos en una. ¿Se ven ahí mucho tiempo?
Trataremos de ir siempre partido a partido. El próximo es el de Bilbao, intentaremos ganar y si lo consigues es obvio que te mantienes ahí arriba. Pero hay que ir partido a partido, pensando siempre en ganar el siguiente. Luego si se dan los resultados, pues seguiremos en la parte alta de la tabla.

En el vestuario abogan por mantener los pies en el suelo, pero es difícil contener la ilusión entre la afición…
No hay nada prohibido. La afición está ilusionada y nosotros estamos contentos con lo que estamos haciendo. Es lógico que la gente, con la intensidad que le ve al equipo y tal y como se está jugando, se ilusione y tenga aspiraciones. Yo lo escucho en la calle, quieren que tratemos de entrar en la Liga Europa, pero nosotros pensamos primero en la salvación, que es lo primordial. Una vez que consigamos la permanencia, veremos si podemos aspirar a otra cosa, pero nuestra filosofía es seguir creciendo poco a poco.

Usted sabe lo que es clasificarse para Europa con un equipo que empezaba la temporada pensando en la salvación, como el Levante. ¿Cuál es la clave?
Como te dije recién, el partido a partido. Nosotros tenemos que pensar en el próximo partido que nos toca jugar y no ir más allá. Si vamos más allá estamos equivocados porque estamos descuidando lo que tenemos primero y entonces estaríamos perdidos. Hay que tratar de cosechar triunfos y paso a paso van saliendo las cosas. Si Dios quiere y cerramos la salvación lo antes posible, podemos soñar porque es un sueño para todos, para nosotros y para la gente, jugar en UEFA por lo menos. Pero antes de ir a por los sueños tenemos que alcanzar nuestro objetivo.

¿Con el Levante, en qué momento empezaron a pensar en el vestuario que realmente tenían opciones de ir a Europa, que estaba en sus manos?
Faltando poco para terminar. Seguíamos ahí arriba, el equipo estaba bien, era muy fuerte a nivel defensivo y en cada situación que teníamos casi siempre metíamos gol. Estábamos bien y creíamos que podíamos, pero aun así llegamos a la última jornada y teníamos que ganar sí o sí al Athletic en casa para entrar. Por suerte se dio que ganamos y nos clasificamos. Y aquí creo que no lo valoraremos hasta el final, si todavía estamos ahí. Pero falta mucho para eso.

En las dos últimas temporadas acabó disputando bastantes partidos, pero en ambas pasó periodos en el banquillo. Ahora da la sensación de que está más consolidado que nunca como titular. ¿Lo percibe así?
Con Berizzo he empezado bien, pero también con Luis Enrique empecé jugando y me tocó salir cuando apostó por David Costas. Así que ahora sigo trabajando para mantenerme en el equipo porque lo peor que puede hacer uno es relajarse. Hay que trabajar todos los días de la semana para que el técnico vea que estás con ganas. Mi ilusión siempre es jugar y por ahora se está dando.

Se le ve cada vez más cómodo con Fontás, que no va a poder jugar en San Mamés por sanción.
Es nuestro segundo año juntos y la verdad es que nos encontramos muy bien. Lo malo es que nos están metiendo goles, es lo que me da más bronca a mí, que sólo en un partido en estas siete jornadas no hemos encajado (en Elche). Ojalá hubieran sido más, pero la verdad es que la línea defensiva está trabajando muy bien, junto con el medio campo, que nos da una ayuda constante. Igual que los delanteros, que son los primeros que defienden. Pero yo estoy más cerca de los centrocampistas y la verdad es que Radoja se ha adaptado muy bien y Borja también lo hizo muy bien cuando le tocó jugar. Estamos contentos con el trabajo que hemos hecho, pero hay que seguir trabajando para volver a mantener la portería a cero.

¿El hecho de encajar goles tiene que ver con la filosofía de juego del equipo, con esa apuesta por una presión alta que deja muchos espacios a las espaldas de la defensa del Celta?
Si vamos a presionar, tenemos que ir todos juntos. En cuanto nos partamos la cosa se complica, porque hay muchos espacios y en defensa no somos un equipo que tenga gran velocidad. En cuanto las líneas estén más cerca, tanto para atacar como para defender, creo que eso nos va a facilitar mucho más las cosas. Ésa es la clave. Si nos partimos, es más fácil que nos generen ocasiones.

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención en este inicio de temporada son los marcajes al hombre. ¿Cómo se han adaptado a esta nueva situación?
Bien, en mi caso porque en Argentina casi siempre marcamos hombre a hombre. Es muy difícil que allí se marque en zona. En su momento me adapté sin problema a la zona, pero el ‘Toto’ intenta cambiar y creo que nos ha ido bien. Mientras estemos atentos al uno contra uno y tengamos responsabilidad, vamos a estar bien.

Dentro de unas pocas jornadas el Celta se convertirá en el segundo equipo en el que más partidos ha disputado como profesional, señal de la importancia que tiene en su carrera.
Sí, después de Racing (de Avellaneda), que fue el club que primero me dio continuidad y donde jugué muchos partidos, es el segundo en el que más años he estado. Superaré los partidos con River Plate y estoy contento porque el Celta es un club que aprecio mucho, igual que a la ciudad. Me han tratado súper bien y mi señora y mi nene están encantados, así que queremos seguir dando alegrías a la gente.

¿Qué es lo que le ha dado el Celta en este tiempo?
Me ha dado tranquilidad y seriedad, que es muy importante en un equipo. Es un club bien estructurado, que proyecta futuro. Uno piensa en todas esas cosas y sabe que está en un club serio. Para un jugador es muy agradable tener la tranquilidad necesaria para pensar única y exclusivamente en jugar.

¿Y qué es lo que le ha dado Vigo?
De todo. Primero comer (se ríe), que aquí se come muy bien. Más que la ciudad es la gente. Me han tratado muy bien desde el principio, tanto a mí como a mi familia. Mi nene tiene muchos amigos y yo, con que mi señora y mi hijo estén contentos, me quedo súper tranquilo. Yo al final siempre estoy activo, con los viajes, los partidos y los entrenamientos, pero para mí es muy importante que ellos estén bien.

¿Ni siquiera echa de menos los asados argentinos?
Un poco sí, en Argentina tengo muchos amigos y disfrutamos mucho de los asados pero aquí hay muchos argentinos, así que no se extraña tanto (ríe).

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