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| Foto: Pascu Méndez |
El internacional chileno, Pedro Pablo "Tucu" Hernández, está siendo la única nota negativa en el excelente arranque liguero del Celta. El centrocampista celeste, que llegó este verano procedente del O`Higgins chileno, como fichaje estrella, no pudo realizar la pretemporada con sus compañeros por una lesión, y se incorporó al equipo ya con la Liga iniciada, por lo que le está costando coger el ritmo de competición.
Hernández, petición expresa de Berizzo, que ya lo entrenó en el conjunto chileno, debutó con el Celta en la segunda jornada, disputando apenas cinco minutos en los que no demostró nada. Su siguiente oportunidad llegaría ante la Real Sociedad en Balaídos, un encuentro en el que el Celta vio perdida una renta de dos goles ante los donostiarras, coincidiendo con la presencia del "Tucu" en la cancha. A pesar de no estar fino en ese partido, Berizzo le otorgó la titularidad en el Vicente Calderón, donde bendijo a las videotecas con un golazo de tacón, bellísimo por su ejecución y su singularidad.
Sin embargo, su rendimiento en el partido no fue bueno, a pesar del gol, y fue suplente en el derbi, donde no llegó a disputar ni un solo minuto. El viernes dispuso de una nueva oportunidad, también saliendo de inicio en Elche, pero volvió a demostrar que todavía está lejos de su mejor nivel, o al menos del de sus compañeros. Aunque se mostró más aplicado en defensa, alguna pérdida evitable puso en jaque a la zaga céltica.
Es evidente que debe amoldarse a sus compañeros, y a un ritmo muy distinto de competición. Su calidad es indiscutible, la demuestra con cada toque, pero debe aunar toque y efectividad. Berizzo sabía lo que pedía cuando le reclamó para el Celta, porque se juega tanto o más que el Tucu en su primera experiencia europea. Solo hace falta que podamos ver su mejor versión en Vigo. De momento seguimos esperando.
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