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| Foto: EFE |
Hacerse con la totalidad del pase de Augusto Fernández ha pasado a un segundo plano en la agenda del Celta. La directiva que preside Carlos Mouriño inició durante el mes de agosto, tras cerrar la plantilla con el fichaje de Radoja, una campaña deactualización de los contratos de sus futbolistas. Ha renovado y mejorado los acuerdos con Nolito, Hugo Mallo, Borja Fernández y próximamente espera hacerlo con otros como Krohn-Dehli. Una vez que acabe este proceso valorará la opción de retomar las conversaciones con Vélez Sarsfield sobre los derechos del internacional albiceleste, una cuestión que ahora mismo no está sobre la mesa.
La entidad olívica y la argentina comparten al 50% al interior hasta el 30 de junio de 2016. Hace ahora un año los contactos se intensificaron por el interés céltico en adquirir la otra mitad. Entonces, los dirigentes de Vélez no se mostraron demasiado dispuestos a negociar, quizás por la previsible presencia del volante en el Mundial, lo que aumentaría su valor en el mercado.
Aunque Augusto no disputó ningún minuto en Brasil, varias ofertas llegaron este verano por el futbolista de Pergamino. Uno de los clubes que presentó una propuesta formal fue el Villarreal. Sin embargo, el propio centrocampista se encargó de cerrar las puertas a un posible cambio de aires. Únicamente estaba dispuesto a abandonar el Celta a cambio de una cifra mareante que beneficiase a todas la partes. La dirección viguesa considera al interior diestro una pieza clave dentro de la plantilla y está muy satisfecha con su compromiso dentro y fuera del campo. Su situación contractual no es ningún quebradero de cabeza en la actualidad.
Augusto ha iniciado su tercera temporada en el cuadro olívico como suplente. Todavía no está en su plenitud física después de incorporarse tarde a la pretemporada tras proclamarse subcampeón mundial. Berizzo confía en él y está llamado ir teniendo cada vez más protagonismo en el equipo.
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