![]() |
Foto: José Lores |
El Celta demostró en Ribadumia que puede compaginar los dos delanteros
Cuando Eduardo Berizzo hizo pública la alineación del Celta para el amistoso frente al Ribadumia, saltó la sorpresa. Charles Días y Joaquín Larrivey compartían once titular, una situación inédita desde el arranque de la pretemporada, pero que ambos habían calificado como posible. «Larrivey y yo claro que podemos jugar juntos, pero eso depende del entrenador», señalaba Charles tras el partido frente al Sporting. Desde la llegada del argentino, referente ofensivo, lo mismo que el brasileño, se daba por hecho que la presencia de uno sobre el terreno de juego era incompatible con la del otro, pero Berizzo parece no estar de acuerdo con eso.
Jugar con los dos delanteros resultaba a priori difícil de imaginar en un Celta que desde el primer momento se había decantado por un 4-3-3 muy incisivo, así que el técnico se sacó de la manga un esquema 4-2-3-1 en el que el argentino jugaba unos metros más retrasado que el brasileño, aunque intercambiando posiciones de manera constante con él. «El míster nos dio libertad a los dos para jugar uno delante y otro atrás a la hora de atacar, pero no nos ha dado tiempo para probar mucho porque a los quince minutos nos quedamos con uno menos», lamentaba Charles.
La media hora que ambos compartieron sobre el césped de Ribadumia -pues Larrivey fue el hombre sacrificado tras la expulsión de Cabral- sirvió para comprobar que los esquemas encorsetados no entran dentro del ideario de Berizzo. Intercambios de posición, caídas a banda del atacante argentino, repliegues para defender y todo un repertorio de posibilidades arroparon a los dos delanteros, que junto a Nolito y Santi Mina abarcaron mucho terreno y metieron en dificultades constantes a la defensa del Sporting de Braga.
Aunque Larrivey no entra en el perfil de un jugador de enganche, ante el equipo luso intentó realizar esa función combinándola con apariciones por banda derecha, dejando que fuese Charles el que se bregase más con los centrales rivales. Por momentos esos papeles se invertían y permitían ver al argentino en punta disputado balones aéreos mientras el brasileño se afanaba en otras labores. «Ese ataque, con movilidad e intención, es el que el míster y nosotros queremos. Creo que hemos demostrado que somos un equipo que cada día que pasa crece más», razona Charles.
Se incrementan las variantes
Cambiar el esquema, cargar las tintas con más atacantes y mantener las líneas maestras de presión e intensidad suponen una variante más en el abanico de posibilidades de un Celta que el curso pasado, con Luis Enrique al frente, acabó pecando de predecible, aunque obteniendo buenos réditos. Para evitar caer en esa previsibilidad, Berizzo busca soluciones con las que afrontar los planteamientos y las respuestas de los rivales. «Ya el año pasado demostramos que éramos un equipo muy complicado, nos hemos quedado casi todos, y este año ha llegado Larrivey para aportar muchísimo también», analiza Charles, que considera que las comparaciones respecto a las vertientes ofensivas del curso pasado no son relevante. «Hay que pensar solo en este año y en seguir creciendo». Por el momento Berizzo ya ha demostrado que le gusta barajar sus cartas.
0 comments:
Publicar un comentario