45 minutos le bastaron al Celta para sentenciar al Everton en el amistoso disputado esta noche. El conjunto de Berizzo, que tuvo que volver a remontar un gol inicial del rival, se destapó con un juego eléctrico, ofensivo y con las virtudes que adornan a este equipo: Presión al rival, dominio de balón y mucha presencia ofensiva. Este Celta es mucho más ofensivo, si cabe, que el de la temporada pasada, con una propuesta muy atractiva para el espectador.
De entrada, el Celta partió con un once que se parecerá bastante al que salga de inicio contra el Getafe: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Planas, Borja Fernández, Krohn-Dehli, Álex López, Orellana, Nolito y Charles. Un equipo con mucho talento y futbolistas con capacidad ofensiva.
Desde un principio, los de Berizzo mostraron sus credenciales. A los cinco minutos primer disparo de Nolito, y un minuto después, un gran centro de Planas al que no llega por centímetros Charles. Las llegadas eran del Celta, pero un nuevo desajuste defensivo costó al Celta el tanto del Everton, anotado por McGeady. Centro sin peligro, rechace, la defensa que no atina a despejar y el futbolista local bate a Sergio con facilidad.
No se amilanó el Celta, que siguió creando fútbol. Un minuto después, Orellana pone en jaque a la zaga inglesa con un remate de primeras. También probó suerte Krohn-Dehli, pero su remate acabó en saque de esquina. Llegaba más el Celta, pero el Everton asustaba con acciones en las que la zaga celeste no estaba nada fina.
En el minuto 18 comenzó Nolito su recital. El andaluz, seguido por el Everton en este mercado de fichajes, mostró su potencial. Su primer gol nos suena mucho. Centro de Orellana desde la banda derecha y remate de primeras de Nolito, cruzado y al palo largo. Jugada mil veces intentada por la pareja que revolucionó al Celta en la recta final de la pasada liga.
Ni cinco minutos pasaron para el segundo del Celta. Nolito se lo fabricó el solito. Roba el balón, avanza hacia la meta contraria para batir a Howard de vaselina. Los aficionados del Everton aplaudieron el gol dando muestra de su deportividad. No era para menos, ya que fue un auténtico golazo del sanluqueño.
Para entonces, el Celta era un vendaval. La presión de los de Berizzo asfixiaba al Everton, que no tenía el balón, y las llegadas del Celta, con muchísima gente arriba, eran un peligro constante. Así llegó el tercero del Celta, obra de Nolito también, que aprovechó una apertura para acomodarse el balón y rematar a portería. Otra de sus jugadas típicas. De ahí al final del primer acto, el Celta bajó una marcha y contemporizó para mantener la renta.
Tras el descanso, pocos cambios. Entraron Jonny y Larrivey, en lugar de Hugo Mallo y Charles. El Celta arrancó igual, creando peligro por medio de Krohn-Dehli, y posteriormente de Larrivey, que buscaban el cuarto de la noche. En el Everton entró Besic, ¡Qué calidad tiene el bosnio!, hubiese sido un fichaje fantástico para este Celta. Disfrutaría en este equipo.
La entrada del bosnio hizo mejor a su equipo, le dio pausa a su equipo y el equipo estaba más compensado, pero el Celta seguía a lo suyo, con constantes llegadas al área rival. A los diez minutos el árbitro anuló un gol a Larrivey por fuera de juego. La realización no permitió salir de dudas en ninguna de estas jugadas.
Fue la segunda mitad un partido más igualado. El Everton salía bien a la contra, y al Celta le costaba más tener el balón. El partido jugado 24 horas antes, y el cansancio acumulado en las piernas de los futbolistas durante estos seis días con cuatro partidos, comenzó a hacer mella en los de Berizzo. Álex López salió del campo en medio de una ovación, sustituido por Madinda, aunque la ovación recibida por Nolito fue incomparable. Partidazo del andaluz.
En el minuto 70 nuevo carrusel de cambios: Se retiran Fontàs, Borja Fernández y Orellana. Entran Sergi Gómez, Goldar y Santi Mina. Precisamente Santi Mina protagonizaría una de las ocasiones más claras del Celta en la segunda mitad, con un gran pase a Jordan, que no marca el cuarto de milagro tras superar la salida del meta rival. Hubiera sido un gran broche de oro, pero no pudo ser. Aún así, el resultado es fantástico, y sobre todo la imagen ofrecida por el equipo.
Los de Berizzo se toman unos días de descanso antes de afrontar el próximo choque, que será ante el Deportivo el próximo miércoles. Después de ese encuentro, aún jugará otro, el sábado 16 en Balaídos ante el Cagliari. Dos atractivos partidos para cerrar una pretemporada más que ilusionante.
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