El club de las alternativas


Atlántico Diario
Más de la mitad de los fichajes desde el ascenso debutaron en la Primera española con el Celta.

El Celta cerró ayer el fichaje de Carles Planas, al que dará la alternativa en Primera División después de cuatro temporadas en Segunda con el Barcelona B. Lo mismo sucede con su compañero en el filial blaugrana Sergi Gómez y con Pablo Hernández, que jugará por primera vez en Europa gracias a la confianza del club vigués y de Eduardo Berizzo, su técnico tambén en el O'Higgins chileno. Joaquín Larrivey es el único de los cuatro fichajes realizados por el Celta hasta la fecha que sabe lo que es jugar en la máxima categoría del fútbol español, algo que viene siendo habitual en las últimas campañas. Desde el último ascenso, más de la mitad de los fichajes llevados a cabo por el club vigués no sabían lo que era jugar en la Primera española, lo que sin embargo no impidió a la mayoría de ellos ofrecer un rendimiento más que satisfactorio.

Tras el ascenso de 2012, el Celta llevó a cabo seis fichajes. Sólo dos de ellos tenían experiencia en Primera: Javi Varas (54 partidos con el Sevilla) y Gustavo Cabral (16 con el Levante). Junto a ellos llegó Samuel Llorca, que había jugado con Elche y Hércules en Segunda, y tres jugadores extranjeros que daban el salto al fútbol español: Augusto Fernández, Michael Krohn-Dehli y Park Chu-Young. Los dos primeros se adaptaron a la perfección y continúan en el equipo, el argentino incluso como capitán, mientras que el delantero surcoreano no llegó a cuajar en Vigo.

En el mercado de invierno de esa campaña 2012/2013 llegaron a Vigo otros tres futbolistas. Dos con experiencia en Primera, Demidov con la Real y Orellana con Xerez y Granada, y un tercero, Pranjic, que sabía lo que es jugar al máximo nivel, sobre todo con el Bayern Múnich, pero no en España.

La pasada campaña, el Celta fichó a cinco futbolistas en el mercado de verano. Dos debutaron con la zamarra celeste en la máxima categoría, aunque sus trayectorias no son comparables. Charles Dias lo hizo tras una larga carrera entre Segunda B y Segunda, mientras que Rafinha jugó cedido en Vigo como previo paso a su salto definitivo al primer equipo del Barcelona, donde tiene muchas opciones de protagonizar una larga y exitosa carrera. Al menos, le sobran condiciones para ello.

En invierno se produjeron otros dos fichajes. Vino Íñigo López, que cuando tuvo la oportunidad rindió como lo había hecho previamente con el Granada en Primera, y también Welliton Soares, que ni jugó, ni se adaptó ni pareció importarle.

Este verano, la apuesta del club se ha incrementado. Tres de los cuatro fichajes anunciados no han jugado nunca en la Primera División española, lo que en cualquier caso no es óbice para que triunfen en Vigo. No lo fue en muchos de los casos mencionados, ya fueran debutantes o jugadores con poca experiencia en la categoría. Ahí están los casos de Fontás, Nolito o Cabral, que llegaron al Celta con menos de veinte partidos en Primera en sus piernas y sin embargo ofrecieron un rendimiento más que aceptable en el cuadro vigués.

Borja Barreira para Atlántico Diario

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