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| Foto: Marta G. Brea |
Los tres célticos convocados por Luis de la Fuente para disputar la Ronda Élite sub-19 en Balaídos fueron, junto con Bellerín y Adama Traoré, los únicos que repitieron en los tres onces que presentó el seleccionador en el torneo. Rubén Blanco -que además ejerció como capitán del combinado-, David Costas y Santi Mina jugaron de inicio tanto contra Dinamarca como frente a Lituania, y también el jueves en el choque decisivo ante Alemania en que el agotaron sus opciones de acudir al Europeo. Sin embargo, la ocasión de exhibirse en casa no les llevó a ofrecer su mejor versión.
Rubén Blanco
El capitán, el mejor
El portero de Mos fue el más destacado de los internacionales célticos. Sin apenas trabajo en los dos primeros partidos, se mostró seguro y atajó el poco peligro que crearon daneses y lituanos. El primero fue un encuentro dominado por los locales en el que Rubén no entró demasiado en contacto con el balón. La historia se repitió el pasado lunes, cuando ya dejó algún detalle. Pero su verdadero examen llegó el jueves, contra una Alemania que buscó su meta desde el primer momento y que la encontró hasta en tres ocasiones. Quizá pudo hacer algo más en el segundo gol, pero en líneas generales se mostró seguro y realizó varias intervenciones meritorias sin las que la Rojita podría perfectamente haber encajado varios tantos más.
David Costas
En la línea del grupo
Costas siguió la tónica general del equipo: sin excesivos problemas en los dos primeros choques y desbordado por los germanos en el compromiso final. Contra Dinamarca y Alemania formó pareja de centrales con José León, mientras que su compañero frente a Lituania fue Jorge Meré. El defensor de Chapela mostró cierta inseguridad por momentos y cometió errores que, en general, no fueron de bulto. Ya frente al equipo de Marcus Sorg, la totalidad de la zaga se mostró impotente ante la rapidez, la llegada y la envergadura de jugadores como Selke, Meyer u Öztunali y el céltico no fue una excepción.
Santi Mina
Desaparecido en combate
La de Mina fue la actuación más gris y, aunque titular en los tres choques, también fue sustituido en todos ellos. De la Fuente le situó en banda izquierda ante Dinamarca y Lituania, mientras que contra Alemania ocupó la posición de delantero centro. Su ubicación no influyó en su rendimiento y estuvo siempre muy lejos de su mejor versión. Contra los lituanos dispuso de un sinfín de ocasiones de gol, pero no logró materializar ninguna.
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