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| Foto: Ricardo Grobas |
Tras realizar la pretemporada con el Celta el pasado verano, se esperaba que David Goldar gozase de oportunidades en el primer equipo, especialmente tras la promesa de Luis Enrique de dar oportunidades a los jóvenes. Y aunque el asturiano cumplió en cierto modo, no fue Goldar el elegido, sino David Costas, que disputó muchos partidos, fue titular en alguna fase del campeonato y acabó siendo un jugador más de la primera plantilla, a pesar de bajar a jugar con el filial en la recta final de la Liga en Segunda B.
David Goldar se conformó con entrenar con cierta regularidad en la primera plantilla y poco más. Llegó, eso sí, a debutar con el equipo ante Osasuna, en la antepenúltima jornada de Liga y sin nada en juego, pero poco más. Fue poco para lo que parecía que podía aportar un futbolista que destacó en el juvenil y mantuvo su nivel en el filial, dominando dos posiciones como la de central y mediocentro defensivo, convertido en una auténtico especialista en las acciones a balón parado.
Esos atributos no le sirvieron para tener más oportunidades, pero tampoco hay prisa. Su juventud es su mejor aval, y lo será durante bastante tiempo. Berizzo mantendrá la línea de sus predecesores, contando con la cantera, algo que ya ha hecho en O'Higgins, y que no cambiará en un club donde se pide esa características a todos sus entrenadores.
Goldar ya sabe que hará la pretemporada con el primer equipo y debe convencer durante los días que dure la concentración veraniega al técnico argentino de que merece un hueco en el primer equipo. Por calidad, proyección y, sobre todo, por carácter, Goldar es un jugador con un futuro más que prometedor. Llegará al primer equipo, y solo falta saber cuando será su momento. Y ese momento podría estar muy cercano. Peleará por ello este verano.
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