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| Foto: LFP |
Sin nada en juego, más que la honra por pelear por esa octava plaza de la clasificación, los entrenadores del Valencia y del Celta echaron mano ayer del clásico comportamiento en esta situación. Garantizar pelea y decencia. Tanto Luis Enrique como Juan Antonio Pizzi pasaron de puntillas sobre el partido y sus comparecencias previas al choque trataron mucho más de lo que les espera en su futuro profesional a partir de este momento.
Hubo poco del partido contra el Valencia en la intervención de Luis Enrique. Pero el entrenador del Celta tuvo tiempo para comentar que "en este partido en Valencia seguro que los jugadores van a competir y demostrar lo que han demostrado a lo largo de la temporada". Un guiño a que no quiere tirar en la última cita el extraordinario final de temporada que vienen haciendo los vigueses y que les ha llevado de pelear por salvar la categoría a estar cerca de lograr la octava plaza.
Por su parte, el entrenador del Valencia, Juan Antonio Pizzi, se refirió al último encuentro de Liga contra el Celta en el que el equipo quiere mostrar a través de su juego el agradecimiento a la afición por el apoyo recibido incluso en los malos momentos: "la gente ha estado a nuestro lado y el objetivo es evidentemente ofrecer un buen partido y despedir la temporada con una victoria. Es algo importante para nosotros". El entrenador del Valencia afirmó también que ni él ni su cuerpo técnico serán "un estorbo" si el nuevo propietario del club decide no contar con sus servicios para la próxima temporada a pesar de que cuentan con un año más de contrato. Existe la sensación de que el partido está de más como se pudo adivinar en las ruedas de prensa celebradas ayer en las que la el futuro de los entrenadores monopolizó sus comparecencias.
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