Foto: Marta Grande |
La posibilidad de que Iago Aspas vuelva a jugar en el Celta la próxima temporada ha despertado el entusiasmo de la afición. La reacción social prueba que el celtismo comprendió la marcha de su héroe al Liverpool. La devoción por el moañés no ha menguado un ápice.
"Por supuesto que estaríamos encantados de tenerlo aquí otra vez", indica el presidente de la Federación de Peñas, José Méndez. "Sería una gran refuerzo, ya que parece que Rafinha se va a marchar". A Méndez le parece que el retorno, a nivel económico, debe ser "difícil". Pero lo cierto es que Celta y Liverpool han iniciado los contactos sobre la base de los cinco millones de euros que los ingleses aún deben desembolsar de los nueve en que se cerró el traspaso. En Praza de España no quieren condonar toda la deuda.
Los hinchas detectan otra dificultad. Aspas gana en la Premier League 1,5 millones de euros al año. Su ficha en el Celta no superaba los 600.000 euros. "Ojalá sea, pero lo veo imposible", valora Cé Rodríguez, de Lío en Río. El dinero le impide soñar alegremente con una delantera formada por Nolito, Charles y Aspas. "Daría gusto". Añade: "Iago se fue por la puerta grande, cumpliendo objetivos y dando las gracias". Pero también este escollo puede salvarse. Desde el entorno del delantero ofrecen una postura flexible. Aspas asume que debería aceptar una rebaja salarial si vuelve a casa.
En todo caso, el moañés acepta que su etapa como "red" tiene una inmediata fecha de caducidad. Siente que no encaja, más allá de los naturales problemas de adaptación. El jugador declaraba hace poco en IBTimes UK: "Hablaré con el club al final de la temporada si la situación permanece igual. Creo que para las dos partes la mejor solución es una salida. Pagaron nueve millones por mí. Todo depende de lo que el club quiera. Ahora estamos centrados en la Premier y no podemos pensar en los asuntos personales".
A Álex, de Centolos, no le disgustaría desde luego que el Celta hiciese un esfuerzo por Aspas. "Su vuelta sería algo maravilloso. Es un jugador que no contaba que pudiese volver. Ha sido un ídolo del celtismo desde que nos salvó del descenso a Segunda B ante el Alavés. Los clubes necesitan iconos y Aspas lo es, como lo fueron Gudelj o Mostovoi. La afición ahora es más comprometida, menos radical. Entendieron que se fuese al Liverpool porque también los jóvenes se tienen que ir hoy a trabajar al extranjero. Respetamos su decisión como la de Roberto Lago, que se fue a un club menos prestigioso. El Celta no podía pagar esos sueldos. La gente los quiere igual".
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