Debate abierto por el futuro de Balaídos


Foto: Marta G. Brea
El Estadio Municipal de Balaídos se ha convertido en el nuevo campo de batalla para una parte de la clase política gallega. La caja de los truenos se abrió el pasado fin de semana cuando en un mensaje dirigido a la afición céltica, Carlos Mouriño abogó por un nuevo recinto deportivo. Remodelado en 1982, Balaídos presenta a día de hoy numerosas deficiencias estructurales y parece haberse quedado obsoleto para los tiempos que corren.

Construir un nuevo estadio no es algo novedoso. En la década pasada, cuando el Celta jugaba competiciones europeas, se hablaba del nuevo Balaídos. El estallido de la crisis económica junto al descenso del equipo a Segunda, hizo que los proyectos quedaran en el olvido ante la imposibilidad de encontrar recursos económicos para afrontar tan importante reto.

El Concello de Vigo es el propietario de Balaídos y el alcalde Abel Caballero ya dejó muy claro esta semana que lo que se hará mientras él gobierne será una remodelación de esta instalación, en la que espera se involucren otras instituciones como Xunta de Galicia, Diputación de Pontevedra y Consejo Superior de Deportes: "Aunque ninguna de ellas tengan partidas consignadas en sus presupuestos del año 2014".

El alcalde de Vigo apuesta por mantener la ubicación de Balaídos, algo que nunca dejó del todo claro el Celta. Sin embargo, la dependencia de la entidad deportiva hacia el Concello de Vigo ha hecho que se plieguen ante los deseos del actual edil. Mientras, Diputación y Xunta están a la espera de que se les convoque a una reunión, aunque tanto Rafael Louzán como José Ramón Lete hayan mostrado su colaboración a contribuir en la financiación de un proyecto cuyo coste económico se encuentra muy lejos de conocerse.

Semana de elecciones
Ayer, el máximo responsable del deporte en Galicia intentó dejar las cosas claras: "No me parece oportuno hablar de estos temas justamente en una semana de elecciones. A partir de ahí, puedo decir que la Xunta está dispuesta a colaborar en el nuevo estadio". Para Lete: "No hay ninguna partida económica para Balaídos este año, porque hasta ahora nada se nos había dicho".

El trabajo más urgente a realizar -las obras ya tendrían que haber comenzado una vez finalizado el campeonato liguero- es la retirada y posterior sustitución de la visera de la Grada de Río en la que se invertirán más de dos millones.

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