Las claves del proyecto exitoso de Luis Enrique


El Celta ha cumplido el objetivo marcado: mantenerse sin sufrir en la recta final. El logro ha sido fruto de una temporada y un proyecto con más luces que sombras.

Dirección deportiva y fichajes
Miguel Montes Torrecilla empezó la casa por los cimientos en el proyecto de esta temporada. La llegada de Luis Enrique Martínez al poco de terminar la pasada temporada permitió diseñar la política de fichajes en base a su estilo y, lo que fue más importante en algunos casos, a su mera presencia. Porque para muchos de los fichajes –Nolito, Fontás y Rafinha, tres figuras determinantes en el éxito de esta campaña– resultó clave la posibilidad de ser dirigidos por el asturiano. Charles también fue un acierto, al igual que Íñigo López en enero. El rendimiento del cedido Jon Aurtenetxe ha sido menos convincente y el gran fiasco se produjo con Welliton Soares en el mercado invernal.

El entrenador
Luis Enrique Martínez ha hecho lo que se esperaba de él: imponer un estilo. Tanto en juego como en planificación de plantilla como en comunicación. Haber asegurado ya la permanencia avala su primer año en Vigo, en el que se ha ganado el respeto de la afición. Sobre el césped, cuando se equivocó –tema Orellana, situación inicial del pivote, apuesta por Toni como lateral...– supo rectificar, aunque siempre asumiéndolo internamente. La mejor muestra de su éxito es que el Barcelona lo quiere. Y él, fiel a sí mismo, sólo se siente obligado a reponder ante él o, como mucho, el presidente Carlos Mouriño.

Canteranos
A pesar de la marcha durante este curso de canteranos como Túñez, Jonathan Vila o Toni Rodríguez y la pérdida de parte del peso específico que habían tenido en anteriores campañas, lo cierto es que hubo tres caras nuevas en la plantilla procedentes de A Madroa que han tenido su momento para sentirse importantes: David Costas, Santi Mina y Levy Madinda. Junto a ellos, mantuvieron su 'status' canteranos más o menos consagrados como Yoel Rodríguez, Borja Oubiña –de más a menos–, Hugo Mallo, Jonny o Álex López –de más a menos–.

Los de fuera que siguieron
El tercer bloque de futbolistas lo conforman los que ya estaban la pasada campaña y no son canteranos. Los extranjeros Cabral –con su continuidad en el aire–, Augusto –que irá al Mundial–, Krohn y Orellana han sido fundamentales para el equipo. Mario Bermejo salió de la lesión y tuvo su peso en el vestuario y en el campo.

Proceso de mejora
El equipo ha ido de menos a más. El cuerpo técnico se tomó la temporada como una creación paulatina y los resultados han respondido. Si en la primera vuelta el equipo sumó 19 puntos y salvó por poco las plazas de descenso –sólo las ha ocupado dos jornadas (9ª y 18ª)–, en la segunda es el octavo mejor equipo, ya lleva 24 puntos y el triunfo ante el Valladolid lo ha situado entre los diez primeros, en donde no se encontraba desde la quinta jornada.

El mejor de la otra liga y Europa...
En las tres jornadas que restan, el Celta puede ponerse como meta la octava plaza, la primera de las no europeas. Porque las matemáticas darán la permanencia con casi total seguridad la próxima jornada incluso perdiendo en Pamplona. Por ejemplo, si Getafe –que visita al Barça– o Valladolid –que recibe al Espanyol– no ganan. Incluso, Europa sigue a tiro, aunque sólo como sueño: el Celta tendría que ganarlo todo, el Rayo perder algún punto y el Villarreal perderlos todos.

Atlántico Diario

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