Calma tensa entre la afición céltica


Foto: Jesús de Arcos
Al Celta le falta «matar la permanencia» y el objetivo, cercano por momentos, parece resistirse. Lo dice Cé Rodríguez, de Lío en Río, y lo comparten los representantes de otras peñas consultados por La Voz, que hablan de un celtismo que confía plenamente en la salvación, pero que se muestra reacio a lanzar las campanas al vuelo.

«Después de lo vivido el año pasado, estamos en una situación privilegiada que todos hubiéramos firmado en agosto. Pero hay que puntuar ya para evitar dudas», avisa Pablo Alonso, de Irmandiños 1923. También Fernando Juncal, de Morriña Celeste, cree que ganar a la Real el sábado sería clave: «Quedaría la salvación finiquitada, mientras que si encadenamos dos derrotas podría aparecer el nerviosismo».

Hacer los deberes cuanto antes

Cifran la ansiada permanencia en torno a los 40 puntos y no ocultan que «habería que facelo moi mal para non conseguilo», en palabras de Miguel Lago, de Merlegos Celestes. Consideran fundamental solventarlo cuanto antes. «Las dos últimas jornadas, contra Real Madrid y Valencia, son muy complicadas y hay que llegar ahí con los deberes ya hechos», pide Irene Rial, de la Peña Afouteza. A esta idea se suma Marta Saiz, de Lechuzas Celestes: «Queremos disfrutar esos dos partidos como un equipo de Primera, sabiendo que lo vamos a seguir siendo. Hasta que sea matemático, no nos relajaremos».

De la misma opinión es Bele Dios, de Carcamáns. «O Celta é unha caixa de sorpresas, o mesmo fai bo fútbol que aburre. Pero se se gaña á Real, teremos pé e medio en Primeira».

Saben que se han perdido oportunidades clave, como la del pasado fin de semana ante el Rayo, y lo atribuyen a diferentes motivos. «Han sufrido una especie de miedo escénico ante los rivales directos. En ocasiones somos expertos en resucitar a los muertos», constata Tomás Rodríguez, de Preferencia Celeste. Otros, como Iván Fernández, de Blau Cel, han llegado a ver «falta de actitud». Más factores que mencionan son «el escaso acierto de cara a gol» y el tener «una plantilla coja».

Pese a la «irregularidad» que señalan, le dan buena nota a un equipo que «es capaz de plantear partidos diferentes según el rival, cuando el año pasado hacía siempre lo mismo y estaba a expensas de que el otro fuera o no capaz de pararle», valora Cé.

Ese mérito se lo reconocen a un Luis Enrique «que hacía cosas que en un momento dado parecía no encajaban, pero que se ha ido viendo que tenían sentido», desde el punto de vista de Marta. Tomás añade que el técnico «ha hecho del Celta un equipo con mentalidad ganadora», si bien Pablo Alonso matiza que no siempre es así, pues «a veces no sabes con qué versión te vas a encontrar» en cada compromiso.

Los más críticos con el asturiano, como Rial, recuerdan que «no es lógico que un jugador pase de titular a no convocado en una semana», y varios le reprochan partidos como el de Getafe. «Estuve allí y al ver la alineación tuve ganas de volverme», recuerda Iván, en la misma línea que Miguel, para quien «foi un partido tirado, e non o único».

Incondicionales y ansiosos

Sobre el planteamiento de la temporada, ven luces y sombras. La apuesta por la cantera y los fichajes llegados de la mano de Luis Enrique son lo más celebrado. En el lado opuesto, un nombre propio que también tiene sus defensores. «Nosotros confiamos en que Welliton debute en Balaídos con gol y lo dedique a Lío en Río», bromea Cé.

El recurrido «somos el Celta y nos queda por sufrir» de Iván lo comparten la mayoría. Como están convencidos de que la afición va a seguir ahí «para lo que haga falta», según Fernando. Miguel Lago lo tiene claro: «Hai algo de incertidume porque falta saber cando, pero sabemos que se vai conseguir».
En Carcamáns, que cumple 15 años el próximo 26 de abril, están convencidos de «poder celebrar o aniversario e a permanencia a un tempo».

Cinco puntos, un colchón cómodo

El celtismo considera que los cinco puntos que separan al equipo de los puestos de descenso deberían ser «un colchón cómodo», opina Fernando Juncal. Pero expresiones como que «hay que ir con pies de plomo» o que siguen «con la mosca detrás de la oreja» matizan al confianza de la que hacen gala.
«Siempre hay ese runrún detrás, pero pienso que nos salvaremos sin sufrimiento», dice Iván Fernández. Además, Bele Dios recuerda que «hai equipos cun calendario máis complicado, e con enfrontamentos entre eles, co que non punturán os dous».

Defienden que el tropiezo contra el Rayo no debe adquirir mayor relevancia, especialmente porque «es un campo que se le da mal al equipo», recalca Saiz. Pablo Alonso cree que «se notó que el Rayo se jugaba más» y confía en que contra la Real ocurra a la inversa: «Que quede claro que estamos luchando por la permanencia».

La mejor lectura de Vallecas, aseguran quienes estuvieron allí, fue el papel de la afición: «Fue increíble, con 200 personas primero en el Galicia Importa -sede de la peña celtista de Madrid, Morriña Celeste- y luego en el campo, animando los últimos 15 minutos con un 0-3 en contra», describe Juncal. También lo destaca Cé Rodríguez: «Los celtistas sabemos que nuestra entrega es importante y no nos dejaremos ir para que tampoco los jugadores lo hagan».

La Real, un rival que evoca "moi gratos recordos"

Los aficionados no han olvidado que el rival al que su equipo recibe el sábado es uno de los conjuntos a los que tienen que agradecer que el año pasado se lograra el objetivo. La victoria de la Real Sociedad sobre el Deportivo en la jornada 38 fue parte imprescindible de la celebración de aquel 1 de junio. Lo sabe bien la Peña Carcamáns de A Illa, que tiró de sus particulares primas para incentivar a los donostiarras ante aquel choque. «Tráenos uns recordos gratos e sempre lles estaremos agradecidos, aínda que eles tamén se xogaban a Champions», rememora Bele Dios. En su momento les hicieron llegar los mejillones que les habían ofrecido, el viaje en catamarán prometido nunca se hizo «porque a resposta foi que estaban de vacacións». Con aquello bien pagado, «agora toca gañarlles».

Miriam Vázquez Fraga / La Voz de Galicia

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