Bermejo, penaltis e intangibles


Mario Bermejo está de vuelta. El cántabro recupera terreno y comienza a producir para la salvación del Celta. En los dos últimos partidos en casa ha provocado otros tantos penaltis que a la postre se han convertido en goles y puntos. Pero el nueve celeste aporta también los intangibles que le faltan a un equipo con tanta juventud. Tira de oficio para provocar una tarjeta a Íñigo, incordia a los centrales con la salida de balón y es un seguro de vida en el juego aéreo.

Frente a la Real recuperó un año después la titularidad y, como respuesta a la confianza de Luis Enrique, firmó su mejor actuación desde el regreso tras la rotura del ligamento. Disputó 61 minutos, entró en contacto con el balón en 26 ocasiones y le sobró picardía para buscar el penalti en su choque con Íñigo.

Ante el Sevilla, quince días atrás, en tan solo 17 minutos en el campo, ya había demostrado la importancia de su presencia en el césped. Forcejeó con Fazio en un saque de banda sin aparente peligro y como recompensa se llevó un penalti decisivo para la suerte del Celta.

El cántabro, que jugó sus primeros minutos en Liga tras la lesión ante Osasuna el 22 de diciembre, ha ido de menos a más y a medida que avanzaban las jornadas ha ido ganando protagonismo hasta disfrutar de minutos en sus tres últimos partidos y de acceder por primera vez al once. De hecho se convirtió en el vigésimo cuarto jugador que utiliza Luis Enrique de inicio esta campaña. De la plantilla actual solo queda el testimonial Welliton además del portero suplente Sergio Álvarez.

Su irrupción llega en un momento adecuado a nivel personal para asegurar su futuro. El cántabro fue renovado el pasado verano por una temporada con opción a otra más que se guardaba el Celta de un modo unilateral. Si su rendimiento mantiene la tendencia al alza, no puede descartarse que viva un cuarto año vestido de celeste. Bermejo fue pieza clave en el ascenso y participó en 33 de los 38 partidos del curso pasado. En mayo del año 2103 todo cambió con su grave lesión ante el Atlético de Madrid, pero doce meses después todo parece volver al punto de partida. Aunque en octubre cumpla 36 años, el nueve celeste todavía no ha dicho la última palabra.

Xosé Ramón Castro / La Voz de Galicia

0 comentarios:

Publicar un comentario