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| Foto: Marta G. Brea |
Balaídos presenta en cada cita un ambiente espectacular. Cerca de 20.000 personas acuden al coliseo vigués para disfrutar del "fútbol de salón" que se ha impuesto como el estilo de este Celta que lucha por consolidarse en la máxima categoría. Su apoyo al equipo de Luis Enrique es incontestable. Lo agradece continuamente el técnico en cada comparecencia. Sin embargo, se espera un final de curso impresionante. El destino ha querido que el último partido de la temporada como local sea ante un Real Madrid, una que llegará a Vigo inmerso en la lucha por adjudicarse la competición doméstica.
Las entradas para uno de los duelos más atractivos de la presente campaña ya se pusieron a la venta hace varios días. Competir ante conjuntos como el blanco o el FC Barcelona es uno de los motivos para militar en la élite del fútbol español. El equipo vigués y la afición esperan llegar a la cita que se disputará el fin de semana del 10 de mayo con la salvación bajo el brazo. Lograr el objetivo significaría ser juez de una Liga que en estos momentos disputan Atlético de Madrid, FC Barcelona o Real Madrid.
Balaídos camina hacia el lleno. A falta de tres jornadas para la celebración del choque ya se han despachado más de 1.500 entradas. El club vigués emitía un comunicado en el que informaba que la grada de Preferencia ya había completado su aforo. La magnitud del adversario y ser el último partido del Celta de Luis Enrique en Balaídos parecen dos razones de peso para que las taquillas del coliseo vigués cuelguen el cartel de "no hay billetes".
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