En un mundo tan acelerado como el que nos rodea, los pequeños detalles pueden resultar más importantes de lo que pueda parecer en un principio. Baste un pequeño desliz, incluso inocente, para crucificar al más pintado. Algo así le está sucediendo a Rafinha, muy criticado tras unas imágenes que se vieron ayer durante la emisión del partido ante el Atlético de Madrid. Sucedió tras el segundo gol de Villa, que dejaba el partido visto para sentenciar. El realizador del encuentro creyó conveniente emitir unas imágenes, supuestamente en directo, en las que Rafinha, junto a Bermejo y Aspas, por cierto, se reían dentro del palco desde el que contemplaban el encuentro.
Estas imágenes no sentaron bien entre algún sector de la afición celeste, que considera que Rafinha se estaba tomando de forma excesivamente frívola lo que sucedía en el campo. Es difícil e injusto juzgar a alguien por unas imágenes que probablemente estén sacadas de contexto. Desconocemos la intención de quien decide emitir estas imágenes, o la importancia que podría tener el visionado de esta escena para el desarrollo del encuentro, pero no parece muy probable que las risas del palco fuesen provocadas por el segundo gol del Atlético.
Claro que esto es algo que no podremos saber nunca, y en todo caso, el compromiso de un jugador va más allá de su reacción cuando ve el partido si no es protagonista activo del mismo. Rafinha, Bermejo o Iago Aspas, siempre han mostrado un compromiso con la camiseta celeste lejos de toda duda. Estropear esa visión por una simple imagen sería una pena. A Rafinha le hemos visto sonreír dentro del campo, pero aún más importante es que nos ha hecho sonreír viéndolo en el campo. Quedémonos con eso.
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