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| Foto: Jorge Landín |
Después de casi 8 temporadas en el club, he tomado la difícil decisión de emprender un nuevo camino, una nueva etapa que afronto con ilusiones renovadas y una gran motivación. En estos momentos me viene mucha gente a la memoria, muchas personas que han hecho de mi estancia en Vigo una época inolvidable en todos los sentidos, tanto en el ámbito personal como en el puramente deportivo.
Sería imposible nombrarlos a todos, pero me gustaría dar las gracias públicamente a todas aquellas personas que quizá no son tan conocidas por todos vosotros, pero que han marcado mi vida y mi carrera.
Hablo de compañeros con los que compartí un sueño, el fútbol profesional, y que desgraciadamente no tuvieron la misma suerte que tuve yo. Hablo de educadores, profesores y tutores, que me ayudaron a compaginar el fútbol con los estudios y a formarme como la persona que soy hoy en día.
Hablo de los entrenadores y preparadores que he tenido en mi época anterior al profesionalismo, de los cuales he aprendido tanto como en las últimas temporadas. Hablo de doctores, recuperadores, fisioterapeutas, masajistas, encargados de material,...personas que han compartido el día a día conmigo y que me han hecho sentir como uno más de esa familia celtista con la que tan identificados nos sentimos los jugadores de la casa.
Hablo de trabajadores del club, que siempre han tenido una palabra cariñosa que dedicarme o me han pasado un brazo por el hombro cuando lo he necesitado. Hablo de muchas personas que en algún momento me han ayudado de forma desinteresada.
En el primer equipo cumplí algunos de mis sueños y tuve la fortuna de poner mi granito de arena en la larga historia de este club. He vivido sensaciones y momentos que no se pueden explicar con palabras vistiendo esta camiseta, y también momentos complicados que me han hecho crecer en todos los aspectos.
Gracias a mis compañeros. He tenido la suerte de competir cada día y cada fin de semana con personas a las que considero amigos, y a las que me une no sólo la afinidad personal, también las experiencias y dificultades a las que nos hemos enfrentado juntos.
Gracias a los entrenadores, preparadores y miembros de los cuerpos técnicos que he tenido. Muy diferentes entre ellos, todos me han aportado cosas que son y serán valiosas en mi carrera.
Gracias a la afición, que desde que entré en esta casa con 16 años hasta que hoy salgo con 23, me ha tratado con cariño y respeto, y a la que he tratado de corresponderle dando lo mejor de mi cada día, tratando de superarme y de conseguir que este club fuera poco a poco consiguiendo sus objetivos.
Y finalmente, el agradecimiento más importante que tengo que hacer es a mi familia, por el cariño y el apoyo incondicional que me han dado, y por los sacrificios que han hecho para que cumpliera mi sueño.
Un fuerte abrazo, Toni.
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