El Celta avanza en la segunda vuelta a velocidad de crucero con los indicadores al máximo. El triunfo rebañado el pasado sábado con el cuchillo entre los dientes en El Madrigal certifica el formidable momento de forma del conjunto de Luis Enrique, que pisa el acelerador hacia la permanencia con números de equipo grande.
Sólo el Real Madrid, con 13 puntos en los cinco compromisos disputados en el segundo tramo de la Liga, mejora los registros del cuadro celeste, que iguala con tres victorias y un empate los 10 puntos obtenidos por el Barcelona y el Atlético de Madrid, colíderes del campeonato con el equipo blanco.
Los celestes acumulan ya cuatro partidos consecutivos sin perder con un apreciable botín de tres victorias y un empate, su mejor racha de resultados en Primera desde el curso 2005-06, cuando se clasificaron por última vez para Europa.
El accidentado duelo de El Madrigal ha marcado tendencia. La jornada no podría haber resultado más propicia para el conjunto olívico, que ha aprovechado los tropiezos de la mayoría de los equipos de la zona baja para dar un hachazo que abre una brecha de ocho puntos con respecto a la línea roja que marca el descenso.
El estirón clasificatorio que el Celta ha pegado en esta segunda vuelta sitúa al conjunto de Luis Enrique mucho más cerca de la séptima plaza que esta temporada conduce a Europa -siempre que el Real Madrid y el Barcelona, finalistas de Copa, se clasifiquen para la Liga de Campeones- que de la Segunda División. Apenas tres puntos separan, de hecho, al conjunto vigués del séptimo puesto, que ocupa el Sevilla con los mismos puntos que el Valencia, el Espanyol y el Levante.
Para garantizarse la continuidad en Primera División, al Celta le bastaría con ganar cuatro de los catorce partidos que restan por disputarse o bien obtener 12 puntos (quizá alcancen 10) de los 42 que se pondrán en juego hasta el final del campeonato.
Los buenos augurios no alteran sin embargo el ánimo de los jugadores celestes. Lejos de dejarse seducir por los cantos de sirena europeos, los pupilos de Luis Enrique apuestan por no bajar el pistón hasta que la continuidad en Primera División sea una realidad matemática. "Hay que tener los pies en el suelo amarrados con cuatro puntillas, mirando a nuestro objetivo, que es la salvación", advierte Manuel Agudo Durán, Nolito, autor del segundo gol del Celta en El Madrigal. Y el artillero andaluz añade: "Aquí pierdes tres partidos seguidos y te metes otra vez abajo. Hemos ganado tres partidos y estamos un poco más lejos pero no dejan de ser ocho puntos y no podemos dormirnos. Hay que salvarse lo antes posible pero poco a poco, trabajando y creyendo en nuestra filosofía".
Íñigo López, el defensa central recientemente incorporado en el mercado de invierno, tampoco se deja llevar por el triunfalismo. "Tenemos que seguir sumando. La salvación aún no está conseguida. Quedan unos diez puntos más o menos y hay que seguir adelante. De momento no miramos arriba. Vamos a pensar en el Getafe", afirma el defensa central riojano.
El momento del equipo madrileño, próximo rival de los celestes el sábado en Balaídos, contrasta vivamente con el del Celta. El Getafe vive sus horas más amargas en años y es, después de su derrota ayer frente al Real Madrid, el peor equipo de la segunda vuelta, en la que ha sumado un solo punto. El equipo azulón no gana un partido de Liga desde el 29 de noviembre pasado, cuando venció por 1-0 al Levante en el Coliseum. Desde esta fecha acumula siete derrotas y dos empates con un desfavorable tanteo de 18 goles en contra y solo 4 a favor.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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