Íñigo López ya es uno más


Foto: Jorge Landín
En el descanso del partido del sábado ante el Villarreal, Íñigo López sustituyó a Gustavo Cabral en el centro de la defensa celeste y debutó con el equipo al que llegó cedido por el Paok de Salónica el pasado mes de enero. Con él, Luis Enrique Martínez, técnico celeste, ya ha utilizado a 23 futbolistas en la competición liguera, 28 si se le suma la Copa del Rey. Y queda pendiente la aparición de Welliton Soares, el otro fichaje invernal.

A la hora de valorar su debut en el Celta, el veterano futbolista prefería centrar el foco en lo positivo del resultado logrado en Villarreal, a pesar de que el juego no fue el mejor. "El debut estuvo bien por el resultado, sobre todo, que nos da un plus y nos mete en la zona más tranquila. Lo más positivo fue el marcador porque igual fue un poco injusto. Pero así es el fútbol y nos quedamos con los tres puntos".

El riojano asegura que no le costó acoplarse a sus nuevos compañeros, a pesar de salir mediado el partido. "Ya llevamos trabajando tiempo con el mister los mecanismos del equipo y estaba preparado para ayudar. Tuvimos la suerte de ganar, así que positivo todo", expone. Eso sí, desde su condición de defensa reconoce que "se sufrió un poco porque el Villarreal achuchó. Perdíamos muy rápido el balón. Pero en general me sentí bien, muy arropado y los compañeros me ayudaron mucho".

El exceso de trabajo y el suceso del bote de gas convirtieron en estresante el primer choque con el Celta de Íñigo López, aunque él apunta que "cuando el míster me dijo de salir, había que estar preparado y darlo todo. Después, con lo que pasó del gas, la verdad es que fue un partido accidentado".

Con autocrítica

Autocrítico, el ex del Granada reconoce que "hay cosas que mejorar. No fue el mejor partido del Celta y siempre es bueno mejorar desde la victoria. No hay que ocultar los errores, la falta de aspectos que había habido en los últimos partidos. Corregir desde una victoria es mucho más cómodo".

El riojano entró al campo para suplir a Cabral, que tenía una tarjeta amarilla. Por eso, reconoce que en su puesto hay "mucha competencia. Lo importante es que el que salga rinda, esté al servicio del equipo y que ayude". Además, la posición adelantada de Fontás también lo favoreció: "Andreu, Borja, Krohn... Hay muchas variantes para el puesto de pivote y eso es lo bueno en un equipo. Siempre se pueden suplir las bajas o variar el esquema".

De cara al futuro inmediato, López pide calma: "Vamos a pensar en el Getafe. Debemos seguir sumando. La salvación no está conseguida, quedan aún unos diez puntos. No hay que mirar para arriba. Hay que mirar al Getafe, en el Elche y así poco a poco. No nos tenemos que dejar llevar por la clasificación. Me parece una tontería mirarla ahora mismo".

Santi Alonso / Atlántico Diario

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