Un triunfo con daños colaterales


Foto: Miguel Ángel Molina 
El Celta atraviesa un momento dulce. Lo ha conseguido tras volver a conquistar un nuevo feudo andaluz. En esta ocasión la víctima ha sido Granada, un Los Cármenes que permanece en la memoria del celtismo por aquella eliminación del play-off de ascenso hace casi tres años. Hoy el resultado fue diferente. Los tres puntos suponen una inyección de optimismo para un equipo que se sitúa en la zona media de la clasificación.

Esa victoria, sin embargo, tuvo sus daños colaterales. La batalla deparó unas heridas de guerra que, en principio, no deberían tener consecuencia de cara al próximo compromiso liguero (10 de febrero ante el Athletic). La web oficial del Celta informa que hasta tres jugadores acabaron el partido frente al Granada con molestias físicas.

La más preocupante era la de Charles. El ariete brasileño tenía que abandonar el terreno de juego en los primeros minutos del segundo tiempo. El parte médico apunta que el "11" celeste sufre un esguince en el tobillo izquierda que, a priori, no debería ser de alto grado.

El otro damnificado fue Augusto Fernández. El internacional argentino padece una luxación en el quinto dedo de su mano izquierda, una lesión producida en el primer tiempo y que provocó que tuviera que ser atendido por los servicios médicos. A pesar de las molestias, el ex de Vélez Sarsfield anotó el gol de la victoria.

El parte médico celeste lo completa Santi Mina. El delantero vigués protagonizó una bonita lucha con los centrales del Granada. Esa batalla dejó al prometedor ariete formado en A Madroa una contusión nasal.

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