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Foto: Ricardo Grobas |
Tres cambios
Por no faltar a la costumbre, Luis Enrique volvió a mover el once -no repite equipo desde la segunda jornada de Liga- tras una victoria. El técnico asturiano introdujo tres cambios con respecto al equipo que ganó en los Cármenes y desplegó ante el Athletic una alineación muy similar a la que se enfrentó al conjunto bilbaíno en la Copa del Rey. Lo más llamativo fue la presencia de Krohn-Dehli en la posición de medio centro defensivo que habitualmente ocupa Borja Oubiña, relegado al banquillo.
Al capitán, que lleva ya algunos partidos por debajo de su nivel habitual, le pasó probablemente factura su mal partido en Los Cármenes. Con todo,la opción de Krohn-Dehli, que funcinó bien con el Athletic en la Copa en Balaídos pero fracasó en San Mamés,no deja de sorprender frente a otras soluciones más naturales como adelantar a Fontás (incluso a David Costas como probó durante la semana) al medio campo.
El entrenador del Celta asimismo recurrió a Álex López, suplente en Granada, en perjuicio de Augusto y prescindió de partida de Nolito para volver a dar la alternativa a un Santi Mina que parece haberse especializado esta temporada en marcar goles al Athletic. Ninguno de los tres defraudó,especialmente el danés que, pese a estar fuera de su posiciòn, natural ofreció todo un repertorio de sentido táctico, criterio en el desplazamiento de la pelota y combatividad en la recuperación.
Rafinha marca la pauta
Aunque el técnico del Athletic, Ernesto Valverde, recurrió de partida a todo su arsenal, el Celta no sufrió en exceso. Tardó algunos minutos el conjunto de Luis Enrique en arrancar pero en cuanto cogió velocidad de crucero mantuvo el tipo, tomó la iniciativa y fue creciendo en el partido de la mano de un Rafinha inmenso que protagonizó un par de acciones alucinantes y guió con mano firme el ataque celeste hacia los dominios de Iraizoz. Y así, las ocasiones de gol fueron cayendo una tras otra del lado celeste. Primero Mina con un disparo intencionado aunque desviado, luego Charles,con un tiro casi sin ángulo al lateral de la red, más tarde el propio Rafinha con un tiro que hizo volar a Iraizoz para desviar el balón a córner. La más clara la tuvo Charles casi al filo del descanso tras una acción de Jony con un disparo envenenado que hizo saltar astillas de la madera. Al Celta solo le faltó marcar para redondear un primer tiempo más que notable en el que por momentos bailó a uno de esos rivales que no suelen dejarse intimidar. Pocos equipos han superado tan claramente al Athletic esta temporada como el Celta en los últimos 20 minutos del primer tiempo.
Nolito y Augusto a escena
Al poco de la reanudación Luis Enrique decidió mover sus piezas en busca de un gol que no acababa de llegar. Entró primero Augusto por un renqueante Santi Mina y posteriomente Nolito, un jugador que no necesita demasiado tiempo para activarse, suplió a Álex López. Más replegado, aunque sin renunciar al balón, los celestes buscaron primero sorprender a la contra sin éxito a un Athletic que fue incapaz de hacerles daño -apenas lo intentó Muniain con un tiro lejado y desviado y un centro que Yoel atrapó muerto cerca de la línea de gol - y que durante muchos minutos pareció como resignado a superioridad del Celta.
El factor Bermejo
Balaídos vibró con la entrada del incombustible Bermejo, que suplió a Charles en el tramo final del partido. Era la última bala del técnico para intentar ganar un partido que parecía abocado al empate pero que ninguno de los dos equipos renunciaba a ganar. Rafinha lo intentó con un buen tiro lejano pero fue el cántabro el que forzó la victoria.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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