Un punto trabajado y perdido


Foto: Francesc Adelantado
Un error defensivo en el tramo final del encuentro le costó ayer un punto al Celta, que apenas pasó apuros ante el Espanyol pero acabó derrotado con un gol de Sergio García en el minuto 87. Luis Enrique Martínez repitió el equipo que había ganado al Valencia, con los únicos cambios de Santi Mina y Krohn-Dehli por Charles y Álex López, respectivamente, y el conjunto vigués maniató a los catalanes durante la mayor parte del choque y se fue al ataque siempre que pudo. Pero la falta de experiencia volvió a jugar una mala pasada a los célticos.

UN CAMBIO OBLIGADO Y OTRO TÉCNICO

Luis Enrique Martínez introdujo dos cambios en el once inicial con respecto al que había ganado al Valencia en la jornada anterior. Santi Mina jugó en punta en sustitución de Charles, que finalmente se cayó de la convocatoria debido a una colitis, mientras que el danés Michael Krohn-Dehli ocupó la plaza de Álex López, que empezó el partido en el banquillo.


COLOCACIÓN CELESTE

El Celta empezó el encuentro muy bien colocado en defensa. Durante los primeros 45 minutos, el Espanyol fue incapaz de generar peligro ante la portería de Yoel, salvo por un balón largo a Sergio García que el delantero no aprovechó y alguna acción a balón parado que la zaga solventó a la perfección. A ello contribuyeron las ayudas de hombres como Orellana y Rafinha, que en la primera parte se multiplicaron en ataque y en defensa.


TRABADOS E IGUALADOS

Celta y Espanyol apenas pasaron apuros en el primer tiempo, pero tampoco fueron capaces de crear excesivo peligro en ataque. Las pérdidas de balón eran continuas e impedían armar jugadas largas. La pelota cambiaba de bando con facilidad, pero no llegaba en condiciones a las zonas de peligro. Un córner directo de Orellana, que desvió Casilla, y un disparo lejano de Jonny, que también detuvo el portero, fueron las mejores acciones ofensivas de los vigueses antes del descanso.


UN PASO ADELANTE

El equipo celeste trató de dar un paso adelante tras el descanso y se acercó al área de Casilla con algún peligro, aunque a continuación fue el Espanyol el que se quitó la presión y amenazó la portería de Yoel, sobre todo a balón parado.


HOMBRES DE REFRESCO

La intensidad con la que se emplearon tanto el Celta como el Espanyol exigía introducir cambios en el segundo tiempo. Los de Luis Enrique Martínez no alteraron el dibujo del conjunto celeste. En el minuto 67, Nolito entró por Orellana; en el 73, Álex López sustituyó a Augusto Fernández; y en el 82, Mario Bermejo se colocó en punta en lugar de Santi Mina, que pasó muy desapercibido.


EL ERROR DE CADA PARTIDO

Estaba completando el Celta un partido perfecto en defensa, sin conceder ocasiones al rival y sin pasar apenas apuros. Hasta el minuto 87, cuando en una jugada sin aparente peligro, el equipo vigués encajó el gol. En un balón aéreo en la frontal, Sergio García le ganó la partida primero a Fontás, después superó también la entrada de Cabral y se quedó solo ante Yoel, al que batió sin contemplaciones.


UN PUNTO PERDIDO

El Celta perdió un punto que ya acariciaba y que merecía si se tienen en cuenta las estadísticas. El conjunto celeste tuvo más posesión que el Espanyol (56 por ciento frente a 44 por ciento), sacó más veces desde la esquina (ocho frente a tres) y disparó doce veces a portería (sólo tres entre los tres palos) por las siete ocasiones en que chutó el equipo de Javier Aguirre (dos entre los tres palos).

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