Notas de fin de año: Luis Enrique


Foto: Jorge Landín
Con las fiestas navideñas se interrumpe la Liga y es buen momento para hacer balance. Como viene siendo habitual llega el momento de las tradicionales notas de fin de año en las que os pedimos que valoréis la actuación de los jugadores del Celta durante los primeros meses de competición de la competición que empezó allá por agosto. 

Por último, toca el momento de analizar la figura del entrenador. Luis Enrique llegó este verano a Vigo, de forma un tanto sorprendente, ya que se daba por hecho que Abel Resino continuaría en Vigo tras salvar al Celta de un descenso casi seguro. El asturiano tomó las riendas y trajo debajo del brazo un ideario muy distinto al de su antecesor. Con la filosofía "barça" por bandera, abanderando el jogo bonito y el trabajo de cantera, las expectativas pronto se situaron muy alto, especialmente cuando comenzaron a sonar los primeros nombres que deberían reforzar ese bonito proyecto que pretendía consolidar al Celta en la élite. 

Lo cierto es que esta consolidación está costando bastante más de lo previsto, igual que le está costando al técnico asturiano ganarse a un sector de la afición, muy crítico con ciertas decisiones que está tomando. Su estancia en Vigo está siendo una especie de montaña rusa de emociones, que arrancó en el momento mismo que llegó a Balaídos, levantando unas enormes expectativas, que continuó con su posible marcha al Barcelona en pleno mes de julio, y que se diluyó cuando los resultados comenzaron a escasear, y sus decisiones se antojaron las responsables de las diversas crisis por las que fue pasando el Celta. 

También hubo buenos momentos, pero la gloria suele ser para los futbolistas. Luis Enrique ya vivió su época como jugador y lo sabe. Ahora le toca otra parte un tanto más amarga. Al técnico celeste se le critican ciertas decisiones, y parece que pagará eternamente su extraña decisión de colocar a casi todo el equipo suplente en un partido de Liga ante el Getafe por ser entre semana. El equipo perdió ese día y también tres días después ante el Elche, ya con los titulares. También se le recrimina su insistencia con Toni, a quien trata de reconvertir en lateral izquierdo, topándose con la oposición de la grada, que no acaba de ver en el coruñés a un futbolista capaz de dar un buen rendimiento en esa demarcación. Tampoco se aceptó de buen grado su decisión de descartar a Túñez. 

Pero también ha tenido aciertos. Apostó por Yoel y le salió bien, ya que el de Coia se convirtió en el salvador del equipo en las primeras jornadas. También ha hecho una clara y decidida apuesta por la cantera, personificada en David Costas y Santi Mina, a quien está convirtiendo en valores para el futuro del club. Supo reubicar a Augusto Fernández en el interior, y ha sabido acompañar a Álex López de los compañeros adecuados para ayudarle a ser el futbolista más destacado de lo que va de temporada, después de un año gris en su debut en la máxima categoría, y ha sabido recuperar para la causa a Orellana, uno de los futbolistas más queridos por la grada.  Claros y luces, como todos los entrenadores. Llega a la jornada 17 con el Celta en puntuación baja, pero fuera de los puestos de descenso. Queda mucho trabajo por delante, pero no es fácil. 

¿Qué nota le pondrías a Luis Enrique? 

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