El pasado verano, cuando José Ignacio Peleteiro Ramallo, futbolísticamente conocido como Jota, regresó a Vigo desde Madrid tras su cesión en el Castilla, la carrera de una de las mayores promesas de la cantera céltica en los últimos años parecía tambalearse. Después de forzar su marcha al filial blanco, Jota apenas había disputado tres partidos y en la capital había sido más noticia por su romance con una famosa de la farándula que por sus éxitos deportivos. El Celta no contaba con él, y su futuro pasaba por una nueva e incierta cesión, en condiciones muy distintas a las que había conseguido un año antes.
Su destino fue Eibar, un histórico de la Segunda División que regresaba a la categoría de plata tras varios cursos en Segunda B. Allí se encontraría con Raúl Navas, con quien coincidió en el filial céltico, y con un equipo que siempre se ha caracterizado por una disciplina férrea y unos jugadores cargados de una gran ética de trabajo. Esa ha sido la fórmula que ha llevado al éxito a un equipo modesto, que incluso tuvo opciones de ascender a Primera División en alguna ocasión, compitiendo por ejemplo con el Celta en 2.005, cuando contaba en sus filas con Joseba Llorente y un tal David Silva.
El destino no tenía el glamour de las noches madrileñas, ni el entorno se parecía en absoluto al que pudo conocer en la capital. Se suele decir que a Eibar se va a jugar al fútbol, y Jota parece haberse aplicado el cuento. Desde el inicio del campeonato se ha puesto manos a la obra, al servicio de un equipo en el que todos suman y todos cuentan. Jota ha disputado hasta la fecha 17 partidos, 14 de ellos como titular, y ha anotado 4 goles, el último de ellos ayer ante el Jaén, donde fue uno de los jugadores más destacados del equipo azulgrana. Anotó un tanto tras una gran jugada, y dejó destellos de calidad que permitieron a su equipo imponerse al Real Jaén a pesar de contar con un futbolista menos.
Jota ha encontrado en Eibar la estabilidad que necesitaba su fútbol. Se ha aclimatado rápidamente a la ciudad y al estilo de juego que practican. Los resultados acompañan, ya que el Eibar ocupa ahora mismo la tercera posición, a tan solo un punto del Sporting de Gijón, líder de la categoría, y ya se considera un aspirante al ascenso, aunque la lucha por el salto de categoría está muy apretada en una categoría en la que el líder solo aventaja en 9 puntos al Tenerife, que ocupa puestos de descenso, tras la disputa de 22 jornadas. Una igualdad que no deja claro cuales son los objetivos de muchos equipos a estas alturas.
Lo importante en clave céltica es la recuperación de Jota, un futbolista que demostró su enorme talento en el filial, y que no se ha olvidado de jugar al fútbol. Pasó un mal año en Madrid, tomó malas decisiones en el aspecto deportivo, pero está demostrando que eso es pasado. Acertó apostando por el Eibar, y el Celta acertó eligiendo o aceptando ese destino. El próximo 30 de junio regresará a Vigo un futbolista renacido, con la mochila cargada de experiencia y dispuesto a pelear por un sitio en la plantilla.
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