El Celta conoce la senda correcta


Foto: Ricardo Grobas
Se ha recorrido ya la mitad del camino. El campeonato llega a su ecuador, un tramo de la temporada en el que abundan las reflexiones y las evaluaciones al rendimiento de los equipos en estas primeras 19 jornadas. Lo único claro es que estos primeros meses de competición sirven para que cada conjunto sepa para qué lucha. El realismo va imperando con el paso de los encuentros.

En el caso del Celta apenas hay sorpresas. El equipo que dirige Luis Enrique mantiene su meta de permanecer en la máxima categoría. No ha lugar a otro objetivo que no sea el de la salvación. El triunfo cosechado ante el Valencia invita al optimismo, pero la realidad es que el cuadro vigués llegó a la última fecha de la primera vuelta en puestos de descenso. La igualdad que impera en la zona de abajo permite a los celestes empezar la segunda parte de la competición doméstico ubicado en una cómoda decimocuarta posición.

La actual campaña guarda ciertas similitudes con la anterior. Continúan predominando las buenas sensaciones, pero esa imagen sigue sin traducirse en resultados favorables. Al igual que hace doce meses, el Celta ha desperdiciado varios trenes con destino a la tranquilidad, oportunidades que, este año, podría tener en jornadas venideras como podrían ser el duelo ante el Betis o las visitas a Cornellá y Granada.

El balance general ha sido positivo. El equipo vigués ha sido superior en buena parte de sus enfrentamientos. Acusa su falta de contundencia en ambas áreas. Sin embargo, a pesar de su falta de pegada, el Celta llega al ecuador de la temporada como el noveno conjunto que más goles anota (23 dianas). La fiabilidad como local (donde sólo ha logrado dos triunfos) y los últimos resultados a domicilio (ha encajado tres goleadas en sus tres últimas salidas) son las principales tareas a mejorar por el cuadro celeste.

No obstante. Luis Enrique y su cuerpo técnico tienen trabajo. Al margen de las posibles incorporaciones del mercado de invierno, el equipo vigués ha sufrido en defensa. Esta línea ha sido la que ha sufrido más variaciones. De hecho, el técnico asturiano comenzó apostando por Toni como lateral izquierdo mientras que en las últimas semanas Jony se ha asentado en el costado zurdo de la zaga celeste. Los datos muestran esta inestabilidad. El Celta es el séptimo equipo más goleado, a pesar del buen rendimiento que ha dado Yoel en su debut en Primera División.

Por último, el otro aspecto determinante para lograr la salvación reside en los duelos directos. El Celta ha jugado bien, ha sido mejor futbolísticamente que su rival, pero ha sido incapaz de doblegar a un buen número de sus "iguales". De la zona baja sólo logró vencer al Betis (1-2) y a la UD Almería (3-1) y cayó en Balaídos ante Elche, Levante, y Rayo Vallecano. Osasuna y Granada arañaron un punto de su visita al coliseo vigués (1-1) mientras que los hombres de Luis Enrique lograron sacar dos triunfos ante tres equipos de entidad como Málaga (0-5), Sevilla (0-1) y Valencia (2-1).

En definitiva, el sufrimiento parece que volverá a ser el compañero de viaje. La zona baja está muy apretada. El Celta está tres puntos por encima del descenso, pero a solo cuatro del octavo clasificado. El equipo vigués tendrá en los duelos ante Espanyol, Betis y Granada una nueva oportunidad para encarrilar una salvación que, en el pasado 2012, puso en juego la salud de una buena parte del celtismo.

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