El Bernabéu no es un escenario cualquiera


Tener en el banquillo a un ex jugador del calibre de Luis Enrique Martínez, como le sucede al Celta, provoca que gran parte de las miradas de las aficiones rivales cuando se visita otros campos se centren en él. La fama del técnico precede a las de sus futbolistas. Y esa realidad alcanzará su punto más álgido este lunes, cuando el conjunto vigués afronte su encuentro liguero contra el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu.

Porque la afición madridista no tiene en muy alta estima al asturiano, que visitará tan magno recinto por primera vez ejerciendo de entrenador. Porque como jugador lo hizo de forma asidua en su prolongada carrera, sobre todo porque vistió la camiseta blanca durante cinco temporadas (91/92-95/96). Sin embargo, nunca llegó a contar con el cariño de la grada a pesar de que colaboró a la consecución de una Copa del Rey, una Supercopa y la Liga de Valdano. Y esa permisividad se convirtió en antagonismo cuando antes del final de su última campaña se fue concretando su traspaso al Barcelona. Incluso, la directiva blanca se llegó a plantear apartar del equipo al asturiano ante tales noticias.

Si en el Real Madrid nunca llegó a calar, en su máximo rival fue adalid de su filosofía primero como jugador y luego como técnico. Todavía sobre el césped, se enfrentó hasta en 16 ocasiones con su ex equipo. Y su balance en las visitas al Bernabéu no es nada malo: de ocho encuentros, únicamente perdió dos, logró otras tantas victorias y empató en cuatro ocasiones. Además, marcó dos goles ante el sonoro cabreo de los seguidores madridistas en su estadio.

Luis Enrique ha ido dejando declaraciones en los últimos años ya como técnico que, sin ser ni mucho menos ofensivas sí dejan bien a las claras sus preferencias entre sus dos ex equipos. Así por ejemplo, tras el recordado 2-6 en el Bernabéu, el por entonces técnico del Barcelona B no dudó en señalar que lo visto fue 'un orgasmo futbolístico'.

Ya fuera de Can Barça, el asturiano ha seguido dejando indirectas muy directas sobre sus preferencias. Lo hizo el día de su despedida del club culé cuando fue preguntado sobre si entrenaría al Real Madrid: 'Hay experiencias que ya he probado...'.

Estando ya en Vigo, no dudó en clarificar su apuesta para el último clásico –'espero que se vea un partidazo y que gane el Barcelona'– y hasta bromeó sobre la nula posibilidad que tiene de entrenar en Madrid al hablar de la identificación lograda por Diego Simeone con el Atlético: 'Jamás podré conseguir en Vigo el 'feeling' que tiene con su afición. Lo podría lograr en alguno de mis ex clubs. No en todos...'. A buen entendedor.

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